La Duma, principal cámara legislativa de Rusia aprobó un proyecto de ley que impondrá, a partir de julio de 2020, la preinstalación de un software desarrollado en dicho país a todos los dispositivos que quieran comercializarse.
Dicha medida se suma a que en mayo pasado se suprimió de todos los equipos militares el uso de Windows; todo esto en el contexto de desconfianza en la tecnología de origen extranjero.
Diversos fabricantes han expresado su preocupación por semejante determinación, porque alegan que el gobierno ruso busca tener una vigilancia excesiva, adicionalmente a que el cumplimiento de esta norma será complicado con algunos dispositivos por la compatibilidad.
Los defensores del proyecto legislativo sostienen que su fin es proteger a las empresas rusas y que el tráfico de Internet en el país no dependa del extranjero, conociéndose esto como “Internet soberano”. Además de que se alega que todos los dispositivos contienen ya alguna clase de software occidental precargado y la introducción de este, permitiría equilibrar la balanza para los consumidores.
Apple es una de las empresas que más ha cuestionado la introducción de esta legislación e incluso ha afirmado que de aplicarse podría abandonarlo totalmente, pues no es un mercado estratégicamente relevante y añadir este software puede implicar una amenaza para la seguridad de terceros. Sin embargo, los legisladores rusos no creen que la empresa deje dicho mercado a sus competidores.