La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, urgió a trabajar para pasar de la cultura de los privilegios a la cultura de igualdad y la inclusión social en América Latina y el Caribe.
La representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dijo que es necesario avanzar en la construcción de Estados de Bienestar, pues "la desigualdad es la causa estructural del malestar social en la región".
Al participar en el Foro Económico Mundial 2020 en Davos, Suiza, indicó que ese problema, aunado al bajo crecimiento económico, tiene un impacto en el desarrollo, la innovación, la inclusión y la productividad.
En la sesión sobre Cómo convertir la protesta en progreso, la alta funcionaria de las Naciones Unidas subrayó que en la región hay un desencanto social, sobre todo en los más jóvenes, debido a que se generaron expectativas que no han sido cumplidas.
Hizo énfasis en la importancia del respeto por los derechos humanos y el derecho a la protesta y llamó a construir nuevos pactos sociales con miras a garantizar el bien público.
“Muchos países no contemplan el derecho a la protesta. En las Naciones Unidas defendemos los derechos humanos, la igualdad, la justicia y las voces de los que no tienen voz”, señaló.
Pero "la gran fábrica de la desigualdad en la región es la enorme heterogeneidad estructural", insistió Alicia Bárcena, quien consideró necesario y urgente poner en marcha acciones que otorguen acceso a protección social y a bienes públicos de calidad, como salud y educación, vivienda y transporte.
Además, advirtió sobre el crecimiento de los estratos de ingresos medios en la región, que continúan experimentando diversas carencias y vulnerabilidades, tanto en relación con sus ingresos como en el ejercicio de sus derechos.
Alertó que 76.8% de la población de la región pertenece a los estratos de ingresos bajo y medio-bajo, segmento que "vive con un ingreso inferior a tres líneas de pobreza”.
A 2017 se reportó que más de la mitad de la población adulta (52%) de los estratos medios no había completado 12 años de escolaridad, mientras que el 36.6% tenía ocupaciones con un alto riesgo de informalidad y precariedad.
Alicia Bárcena añadió que 44.7% de las personas económicamente activas de los estratos medios no están afiliados o no cotizan en un sistema de pensiones.
“Es urgente avanzar hacia una cultura de la igualdad en la región a través de políticas universales de inclusión social y laboral que contribuyan a aumentar las capacidades humanas, la productividad y el crecimiento económico", reiteró.