Durante el siglo XX existieron múltiples disputas, entre los países las sanciones buscaron reemplazar lo que eran las guerras. El ejemplo típico es el de Estados Unidos de América (EUA) con Cuba.
Las sanciones no se han limitado a estados, también han aplicado a empresas, como EUA con Hauwei. La novedad es que la sanción sea a la inversa, que una compañía sancione a un estado, ese es el caso de Google con Turquía.
A Google no le gusta la legislación turca y lo sostiene en su capacidad de negociar en cualquier parte del mundo. La autoridad turca en materia de competencia ha instado a que el sistema operativo Android muestre alternativas al buscador de Google, por lo que la empresa anunció a sus socios locales que no trabajará con ellos en nuevos dispositivos.
Los fabricantes están ante un gran problema porque tendrán que diseñar su propia versión de Android sin los servicios de Google preinstalados. La compañía afirma que sigue laborando con las autoridades turcas para solventar el problema.
Los ciudadanos turcos son los más afectados por estas diferencias. En anteriores ocasiones, la empresa ya ha tenido desavenencias con estados, como fue con China, en donde la compañía se retiró en 2011, después de que el gobierno comunista quisiera limitar el buscador y vigilar los historiales.
La Unión Europea y Rusia han impuesto a la empresa legislaciones severas y en esos territorios las ha aceptado y cumplido, ya que salir de esas regiones significaría un gran problema comercialmente, no así de Turquía.