La Comisión Europea publicó su libro blanco sobre inteligencia artificial (IA) y el enfoque europeo para la regulación y promoción de esta. Debido al desarrollo de la IA y a sus potenciales riesgos y beneficios, se presentaron opciones para fijar políticas regulatorias.
La comisión estuvo trabajando en la creación de reglas para el desarrollo ético de la IA, apoyando un enfoque orientado a la regulación y a la inversión para fomentar la asimilación de la IA en Europa y abordar los riesgos vinculados a determinados usos de la nueva tecnología.
Durante los siguientes cinco años la comisión se centrará en tres propósitos medulares:
- tecnología funcional para las personas
- economía justa y competitiva, y
- una sociedad democrática sostenible y abierta
El objetivo es transformar a Europa en una potencia global que aproveche la infraestructura tecnológica y la economía de big data como se propuso en la estrategia de datos europea 2020.
La comisión considera que Europa puede desarrollar un ecosistema de IA con beneficios para toda la sociedad y la economía. A los ciudadanos les brindará mejores servicios de salud, productos hogareños, sistemas de transporte y servicios públicos más eficientes en general. La estrategia establece varias medidas políticas, incluso la movilización de inversiones públicas y privadas.
El plan contiene 70 acciones conjuntas para una cooperación estrecha y eficiente entre los miembros de la comisión en puntos clave, como investigación, inversión, absorción de mercado, aptitudes y talento humano, datos y cooperación internacional, porque se contempla que el plan se prolongue hasta 2027. Dependiendo los resultados de la consulta pública sobre la propuesta, se propondrá a los miembros la adopción del plan coordinado para fines de este año.
La comisión estableció un grupo de expertos para publicar las directrices que aseguren el desarrollo ético de una IA digna de confianza, son siete los requerimientos clave que deberán cumplirse:
- dependencia y supervivencia humana
- robustez y seguridad técnica
- privacidad y gobernanza de datos
- transparencia
- diversidad, no discriminación y equidad
- bienestar social y ambiental, y
- rendición de cuentas
La comisión apunta que los sesgos y la discriminación son riesgos inherentes de cualquier actividad social o económica; no obstante, aunque la decisión humana no es inmune a cometer errores o tener perjuicios, cuando esos problemas están presentes en una IA, podrían tener un efecto mayor, menoscabando a más personas sin los mecanismos de control social.
En lo relativo a la salud, seguridad y transporte, los sistemas de IA deben ser transparentes, rastreables y garantizar la supervisión humana. Las autoridades deberían probar y certificar los datos empleados por los algoritmos.
El plan propone una serie de ajustes a la legislación europea en lo relacionado con la IA y también a la normatividad nacional de varios miembros para que se adapten a los retos de la IA.
La Comisión tiene un sitio especial para recibir consultas hasta el 19 de mayo de 2020, donde invitan a todos los sectores a participar con diferentes propuestas para utilizar la IA de manera correcta.