Moody's se convierte en la primera calificadora en llevar su pronóstico del PIB de México a una recesión de 3.7% para este año, y proyecta que la recuperación de la economía se conseguirá en el año 2021, y será de 0.9 por ciento.
En un análisis que no tiene impacto en la calificación, precisan que esta expectativa para México incorpora el impacto de la debilidad de la economía de Estados Unidos, “la débil respuesta del gobierno que vuelve particularmente vulnerable a la economía mexicana” así como la “fuerte caída del turismo”.
En un documento donde actualizan el panorama macroeconómico 2020-2021, destacan desde el título la situación en la que se encuentra el mundo: “El coronavirus provocará un choque en la economía global sin precedentes”.
Ahí mismo, revisan sus expectativas para el crecimiento de los países del G-20, donde anticipan que Estados Unidos registrará este año una contracción de 2% en el PIB, y prevén que el año entrante vendrá un rebote de 2.2% en el mismo Producto.
Para la eurozona, anticipan una contracción de 2.2% este año y un repunte a 2% en 2021. En tanto, para China, anticipan un crecimiento de 3.3%, que es la mitad del alcanzado el año pasado, y una recuperación de 6% para 2021.
Y para Brasil, anticipan también una contracción de 1.6% este año y 2.7% positivo para el año entrante.
En este año 2020, según las previsiones de Moody's, será Indonesia la economía más dinámica del G-20, con un incremento de 3.7% y un repunte de 5% el año entrante.
Mientras Argentina y México, se ubicarían en el extremo, con las caídas más profundas estimadas en 3.9% y 3.7% respectivamente.
Evaluación crediticia en riesgo
La propagación del coronavirus, combinada con la fuerte caída de los precios del petróleo, exacerbará la debilidad de la economía mexicana, la cual tendrá un crecimiento cero en su PIB este año, situación que podría elevar en el mismo periodo los riesgos para la evaluación crediticia de los bancos en México, afirmó Fitch.
Para la calificadora, el incremento de los riesgos locales y globales para la operación de los bancos continúa justificando la perspectiva negativa que tiene la evaluación crediticia del sector.
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Sin embargo, futuras acciones de calificación bancaria dependerán de si la escala y la duración de la crisis conducen a cambios materiales en los perfiles de crédito, más allá de cualquier ciclo comercial tradicional, lo que también podría afectar la evaluación del entorno operativo para los bancos en el país.
Fitch confió en que los efectos de la depreciación del peso sean moderados, debido a la modesta dolarización de su hoja de balance, como consecuencia de los límites regulatorios más estrictos que en otros sistemas bancarios de América Latina.
“El impacto económico de la pandemia dependerá en gran medida de la gravedad y la duración de los retrasos en la producción en el sector manufacturero”, destacó.
En su reporte agregó que se afectará directamente a segmentos específicos como los minoristas, turismo, fabricantes de automóviles y construcción.