El virus Covid-19 no solo ha generado un impacto en las personas, también afecta a la naturaleza. Diversos medios de comunicación han señalado al coronavirus como el principal freno del cambio climático. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha mostrado preocupación por la gestión de los productos químicos y desechos durante la pandemia y sus posibles afectaciones.
Es por ello que IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral realizó una entrevista a la maestra Jeanett Trad Nacif, coordinadora de la comisión de Derecho Ambiental del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México A.C. y counsel del Despacho de Abogados Hogan Lovells, quien amablemente respondió a las siguientes preguntas acerca de los efectos que genera una emergencia sanitaria en el medio ambiente.
¿La contingencia sanitaria es benéfica para el medio ambiente?
Sí. Lo que se ha podido advertir a simple vista y de manera muy inmediata, es claramente la reducción emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y de contaminación al aire, principalmente en China, donde la suspensión de actividad que tuvo la industria mejoró la calidad del aire de manera radical, y lo mismo está sucediendo en otros países que pasaron a tener un nivel de calidad del aire bastante benéfico en comparación a sus niveles promedio.
También hay otros aspectos ambientales positivos; por ejemplo, el regreso de diversas especies animales a sitios que son parte de su ecosistema natural, pero que habían sido desplazados por el ruido, construcción, turismo masivo y el ambiente de la urbe.
¿Qué impacto tiene la implementación del home office en el ambiente?
La tendencia de muchas corporaciones de implementar el home office claramente tiene un impacto positivo, en primer término por la disminución del uso del sistema de transporte, lo que genera menos emisión de GEI a la atmósfera mejorando la calidad de aire.
En segundo lugar, por temas de eficiencia en los recursos, ya que la gente estando en su casa utiliza menos recursos que los que normalmente emplea en la oficina; por ejemplo, la reducción del consumo de papel por impresiones, la luz o el agua, porque al no ser costeados en este momento por las corporaciones, las personas tienen mayor conciencia de lo que realmente necesitan y su costo económico.
¿Cómo impacta en materia de agua la contingencia sanitaria?
Existe una enorme escasez de agua en el país, sobre todo en el área metropolitana, en donde antes de la declaratoria de contingencia, ya se habían anunciado algunos recortes en el suministro precisamente por la escasez.
Evidentemente al estar en casa y por las razones de protección e higiene adoptadas por la ciudadanía, se incrementa el consumo de agua, lo que podría generar un impacto negativo; no obstante, podría verse compensado con el ahorro que hay en las oficinas.
¿La contingencia genera un impacto en el abasto de alimentos?
Sí, lo que se observa a nivel mundial es mayor desperdicio de comida de lo que normalmente hay, debido a la reacción abrupta de las personas de comprar comida en exceso como si se estuviera en estado de guerra.
Esto es de considerarse, ya que esa cantidad de comida podría ser destinada a las asociaciones u otros grupos que pudieran obtener un mejor provecho.
Además, al existir diversas medidas decretadas por los gobiernos para hacer frente la pandemia, las cadenas de producción y suministro de alimentos sea están viendo afectadas, lo cual podría empezar a generar desabastos.
De acuerdo con la normativa, ¿cómo deben ser tratados los desechos médicos generados por la atención de pacientes con Covid-19?
En México, no todos los residuos que vienen de sistemas de salud se consideran como residuos peligrosos; los que califican con esa categoría son aquellos que tienen un contacto directo con el paciente, como la sangre o los tejidos, órganos o partes, aquellos que tengan agentes o cepas que puedan transmitir patologías o enfermedades.
Algunos ejemplos son: las muestras biológicas para análisis químico o microbiológico, punzocortantes, materiales de curación, empapados, saturados o goteando sangre o fluidos corporales, así como materiales desechables que estén empapados o con secreciones de pacientes con sospecha o diagnóstico de fiebres hemorrágicas, así como otras enfermedades infecciosas emergentes según determine la Secretaría de Salud, entre otros.
Como referencia, contamos con la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002, la cual regula la clasificación de los residuos biológicos infecciosos así como su manejo adecuado. Sin embargo, siguiendo la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y basado en la experiencia de otros países como en China, los residuos de los pacientes con Covid-19 deben ser considerados como peligrosos por la capacidad de propagar la enfermedad por las cepas que contienen y porque su inadecuado manejo sí representa un riesgo a la salud y al medio ambiente. México es coincidente con esta clasificación y manejo.
¿Los cubrebocas y guantes utilizados por la ciudadanía deben ser manejados como residuos peligrosos?
Sería ideal que sí se consideren como residuos peligrosos; sin embargo, para que se maneje como tal debe estar categorizado expresamente conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002 relativa a los residuos peligrosos biológico infecciosos y demás criterios establecidos en la NOM-052-SEMARNAT-2005.
De acuerdo con la NOM-052, cuando no se puede identificar si el residuo es peligroso o no, sobre todo si no se encuentra listado en la ley o en las Normas Oficiales Mexicanas, se tiene que determinar su origen por conocimiento empírico o técnico para efecto de clasificarlo como peligroso o no.
En este sentido, siguiendo las recomendaciones hechas a nivel internacional se le debe dar el carácter de residuos peligrosos, por la amenaza que representan de transmitir el virus, aunado al hecho de que tal como señalo, la normativa mexicana así lo establece.
Es así que las personas en su casa, deben de desechar todos los residuos que tengan contacto con fluidos o que pudieran haber estado en contacto con pacientes portadores del virus, de una forma separada y debidamente identificada para distinguirlos del resto de los residuos que se están generando en el domicilio, a efecto de contribuir a la minimización de riesgos de propagación y dispersión del virus.
En consecuencia, es importante que se separen completamente todos los residuos que se están utilizando en casa para desinfectar, desde pañuelos, tapabocas, guantes, etc., de todo el resto de los residuos sólidos y se etiqueten para que puedan ser distinguidos por los recolectores de basura y no se presente la situación de riesgo de contagio.
Algunos países, como Estados Unidos de América, han implementado programas de reciclaje para reducir el riesgo de la propagación del Covid-19, mientras que, en otros como Italia, se ha prohibido a los pacientes infectados clasificar su basura. ¿Qué medidas debería copiar México para la gestión de desechos?
Existe un reciclaje primario para separar los residuos sólidos como papel, cartón, pet, latas, etc., pero se busca que los residuos que puedan tener contacto directo con el ser humano no se reciclen por el momento, porque no se sabe si quien los manipula pudiera estar o no infectado.
Además, como ya lo señale anteriormente, es importante que se separen los residuos sanitariosy/o biológico infecciosos del resto para evitar mezclas y ayudar en su gestión, para que posteriormente se traten como residuos peligrosos, con diversas medidas que van desde la incineración hasta la inactivación de la cepas y agentes patológicos.
¿Ante este escenario, sería apropiado que se levantaran las prohibiciones de bolsas de plástico para ayudar al manejo de residuos?
Por el aspecto de cuánto tiempo puede durar el virus en una superficie de plástico y cuantas veces se transmite una bolsa de una mano a otra, la medida tiene que ser flexible para no crear situaciones de riesgo. En algunos países se ha recomendado utilizar bolsas de plástico para las compras, en vez de las de tela.
Actualmente los Estados partes del Convenio de Basilea están trabajando en un proyecto para la gestión adecuada de los residuos domésticos y médicos durante la contingencia por Covid-19 ¿Qué es lo que propone dicho documento?
El Convenio de Basilea lo que regula es el manejo transfronterizo de residuos peligrosos, emitiendo un listado de lo que ellos consideran con dicha categoría y señalando cómo se clasifican en el país receptor para efectos de permitir o no la entrada de esos residuos.
Tengo conocimiento de que se está creando una guía práctica para el manejo adecuado de los residuos generados en la emergencia sanitaria; sin embargo, se está haciendo la precisión de que su implementación tiene que ir en función de la normativa y capacidad de tratamiento y reciclaje de cada país, aunque se busca que se implementen las medidas más conservadoras posibles, precisamente por el riesgo que representa la presencia del virus en los residuos.
Comentario final
Estimo que terminada la emergencia sanitaria, los gobiernos y los particulares deben replantear la forma en que venían trabajando, consumiendo y explotando recursos.
También creo que el hecho de que las empresas se den cuenta de que el home office es una forma de reducir o mitigar gastos y reducir tanto huella de carbono como de agua, generará una mejor calidad de vida y mejores condiciones para el medio ambiente.
*Nota: Los comentarios vertidos por los especialistas no necesariamente reflejan la postura de IDC