Nuevos descubrimientos petrolíferos en aguas mexicanas, ¿cómo se sitúa México?

Para alcanzar el ansiado equilibrio se calcula que se va a reducir la producción de crudo en seis millones de barriles por día para este segundo trimestre

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 .  (Foto: iStock)

Polok-1 y Chinwol-1 son los nombres con que se ha bautizado a los nuevos pozos que la española Repsol ha realizado en nuestras aguas profundas -al sureste del Golfo de México, en el Bloque 29 de la Cuenca Salina- en fechas recientes.

Tras estos importantes descubrimientos -de gran potencial y excelentes propiedades según afirma la propia Repsol- la petrolera española ha recibido la autorización de la Comisión Nacional de Hidrocarburos para realizar una tercera exploración en aguas profundas, en este caso en el Bloque 10, lo que sería sin duda una buena base para que México salga del pozo al que parece abocada la economía mundial. 

El mes negro del crudo

Los futuros de WTI han vivido el pasado mes de abril sus peores momentos desde comienzos del 2002, precisamente cuando EU había pateado el avispero afgano y estaba a punto de lanzar una campaña relámpago para invadir Irak en base a unos erróneos informes sobre la posesión del dictador baazista de armas de destrucción masiva.

En esta ocasión no ha hecho falta ninguna guerra para que el petróleo marque mínimos, lo único que ha hecho falta es que el mundo se pare por culpa de un minúsculo microorganismo, para que veamos grotescas imágenes de crudo rebosando de sus tanques en Venezuela y para que las compañías busquen de forma desesperada espacio para almacenar lo que hace no mucho fluía de forma ininterrumpida.

Ahora que parece que poco a poco las medidas para desescalar el confinamiento van tomando forma, los futuros del Brent y del WTI han experimentado importantes subidas -no debemos perder de vista que después de un gran desplome suele venir una pronunciada recuperación- y por lo tanto los países productores, que hace no mucho temblaban ante los precios del crudo, que en algunos casos llegaron a caer por debajo del precio de extracción, pueden empezar a pensar en las futuras divisas que el petróleo proporcionará de cara a la reconstrucción. Más si cabe teniendo en cuenta que el petróleo se compra y vende con divisas fuertes - no por nada se han hecho famosos los petrodólares, y los chinos han movido ficha para que la monarquía saudita comience a utilizar petroyuanes para cobrar sus ventas de crudo al gigante asiático-.

Inversión en petroleras y trading con petróleo en un contexto caótico  

Aquellos inversores y traders que tenían posiciones abiertas para comprar petróleo durante el pasado mes de abril han visto como los precios del crudo caían hasta valores de hace casi veinte años, llegando incluso a cotizar en negativo, aunque los precios empiezan a recuperarse, como podemos observar si acudimos a alguna gráfica de precios. Debido a la incertidumbre sobre el futuro en el corto plazo - ¿volveremos al confinamiento estricto en algún momento de los próximos meses? - puede que algunos dediquen sus esfuerzos financieros a intentar comprender lo que está ocurriendo con el petróleo en vez de comprar acciones, que atrapan al inversor si bajan, o hacer trading, que con la actual incertidumbre, hermana de la volatilidad y el caos, podría ser incluso más arriesgado que de costumbre para el trader en cuanto pérdidas de capital se refiere. 

El futuro a corto plazo

El futuro es imposible de predecir, ya hablemos del año que viene o del minuto siguiente no disponemos de una bola de cristal, así que toda previsión debe ser tomada con la necesaria cautela, sin embargo, esto es lo que podemos decir de momento. 

Para el banco suizo UBS -siempre que se continúen dando pasos en la dirección del desconfinamiento- los precios del Brent alcanzarán los 43 dólares por barril a finales del presente año, durante el tercer trimestre se equilibrarán oferta y demanda -con el precio del barril por encima de los 30 dólares- y en el cuarto trimestre se daría incluso un déficit de oferta. 

Para alcanzar el ansiado equilibrio se calcula que se va a reducir la producción de crudo en seis millones de barriles por día para este segundo trimestre en el que estamos inmersos, medido en términos interanuales, obviamente no con respecto al trimestre anterior. Esto es debido a que se tiene también en cuenta que a pesar de recuperar la actividad económica es previsible que los hábitos de consumo cambien, y no precisamente para requerir más crudo, sino precisamente para todo lo contrario.