La pandemia por COVID-19 y las medidas tomadas para contener la propagación del virus han impulsado la transformación digital en compañías de todos los tamaños sin importar su ubicación geográfica o giro, en este sentido, “redefinirá cambios que ya se vislumbraban durante el 2019 en las preferencias de los medios de pago, como la aceleración del uso de tecnologías que permiten transitar hacia los pagos NFC -pagos por proximidad con el móvil- y otros métodos para transaccionar en formato cashless”, afirmó el responsable de nuevos negocios de medios de pago de Minsait payments, Kerman Ispizua.
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que las personas realicen sus transacciones con tecnología contactless, para disminuir el riesgo de contagio, impulsará estas tendencias.
”Se observa una aceleración del uso de los medios de pago electrónicos, el pago contactless, el pago móvil (NFC y QR) y el e-commerce, y México no es ajeno a esta tendencia”, comentó Ispizua.
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“Es evidente que el COVID-19 en México se está convirtiendo en un impulso para acelerar la adopción de medios de pago alternativos al efectivo, promoviendo el uso de tecnologías contactless y herramientas digitales que aceleran la transformación del sector en todo el mundo. Además, la digitalización que ha acelerado la pandemia nos alerta de la urgencia de otro aspecto como es la universalización de los medios de pago electrónicos para evitar que, en definitiva, nadie se quede atrás”, coincidió el director de servicios financieros de Minsait, Ernesto Terríquez Ortiz.
En ese sentido el vicepresidente sénior de productos e innovación de Mastercard en Latinoamérica y El Caribe, Walter Pimienta destacó que “América Latina lleva mucho tiempo a la vanguardia de la transformación digital. Los consumidores en la región están altamente conectados y adoptan rápidamente las nuevas tecnologías”
En México, por su parte, según el Informe de Minsait Payments, en 2019, el uso del efectivo ya sufría un fuerte retroceso (-6,9%) y los dispositivos móviles irrumpieron en la escena con un incremento en su penetración, tanto para pagos en comercios físicos (+10,5%) como entre particulares (+5,4%).
Además, los patrones en México evidenciaron que la transaccionalidad de los pagos electrónicos se concentra en las tarjetas, que se emplean hoy en más de 7 de cada 10 operaciones de pago electrónico. En su consideración como medio de pago principal (lo es para 4 de cada 10 mexicanos), compite con los pagos en efectivo, con una notable diferencia con respecto al promedio del conjunto de Latinoamérica, donde el cash lo es para uno de cada tres.
“Las empresas y las instituciones gubernamentales tienen la oportunidad de aprovechar este hito y guiar a los mexicanos en sus transacciones electrónicas, de modo que se convierta en un hábito permanente, más allá de la pandemia. Para ello, la comunicación oportuna a los consumidores y la disponibilidad de equipos que faciliten la aceptación en comercios se presentan como acciones clave para lograr superar el reto que conlleva la entrada a la cotidianeidad de los pagos pequeños con tarjeta y otros instrumentos de pago electrónicos”, refirió la firma de pagos.