Escuelas enfrentan riesgo cibernético

Ahora que los estudiantes de escuelas de educación básica en México inician clases de forma remota, será fundamental mantener una postura firme de ciberseguridad

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 .  (Foto: iStock)

En México, 200,000 escuelas públicas que brindan educación básica y 1.2 millones de maestros se preparan para comenzar el aprendizaje a distancia.

La pandemia de coronavirus vio a más de 25 millones de estudiantes de más de 233,000 escuelas de educación básica públicas y privadas en México migrar a un formato de educación a distancia y aprovechar tácticas y / o herramientas de aprendizaje remoto. 

Un estudio reciente de Forrester Consulting encargado por Tenable encontró que el 41% de los tomadores de decisiones globales en varios sectores informaron que sus organizaciones habían experimentado al menos un ciberataque relacionado con COVID-19 con impacto comercial en el último año.

. Ahora que los estudiantes en México inician clases de forma remota durante el año escolar, mantener una postura sólida de ciberseguridad será fundamental para detener los ataques.

"Los ciberdelincuentes ven al sector educativo como un objetivo porque las escuelas poseen datos personales valiosos. A medida que más escuelas de educación básica dependen de plataformas web y aplicaciones para facilitar el aprendizaje remoto, son cada vez más vulnerables a los ataques", dijo Luis Isselin, Country Manager de Tenable en México.

Para ayudar a reducir el riesgo cibernético, Tenable propone las siguientes cuatro tácticas para que las escuelas mejoren rápidamente su postura de seguridad:

1. Tener una visión integral de los activos.

Es fundamental tener una visión completa de dónde viven los activos. Sin una visibilidad completa de éstos, el personal de seguridad no tiene forma de ver y, en última instancia, de mitigar el riesgo. Por lo tanto, adquirir las herramientas, tecnologías, habilidades y servicios para comprender el tipo y la cantidad de activos, aplicaciones y servicios debe ser una prioridad. Hacerlo permitirá a las escuelas definir con confianza los límites de la red y qué dispositivos pueden acceder a datos confidenciales.

2. Adoptar prácticas de gestión de vulnerabilidades basadas en riesgos

Las escuelas deben adoptar un programa de gestión de vulnerabilidades basado en riesgos que les permita monitorear continuamente la red en tiempo real. Identificar y priorizar las vulnerabilidades que tienen más probabilidades de ser explotadas por un atacante. De esta manera, pueden dedicar recursos a las vulnerabilidades que deben abordarse primero y que representan el mayor riesgo para la institución.

3. Aprovechar las soluciones de aplicaciones web diseñadas específicamente

Estas soluciones deben proporcionar un contexto de seguridad y una guía contra los usuarios de aplicaciones web de alto riesgo. Reconocer las debilidades y vulnerabilidades en el código personalizado y los componentes de terceros utilizados para crear las aplicaciones web y señalar cualquier tipo de configuración incorrecta que pueda aumentar la exposición.

4. Seguir las prácticas de higiene cibernética

Las escuelas deben comprometerse a parchar y actualizar sistemas y aplicaciones de manera constante, así como a aprovechar una fuerte autenticación. Esto puede significar el mantenimiento de claves únicas para el acceso a las cuentas digitales de los estudiantes y profesores.