La pandemia tuvo fuertes impacto en la economía de los países y las familias, sin embargo, datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señalaron que las mujeres reciben mayores impactos negativos.
Lo anterior, debido principalmente a tres factores:
1. Los hombres regresan al mercado laboral más rápido que las mujeres, además de que las mujeres están regresando a trabajos con condiciones desventajosas y sin seguridad social. De abril a julio de 2020, las trabajadoras propias aumentaron del 14% al 23%, mientras que la tasa de las trabajadoras no remuneradas se duplicó, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2020.
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2. El 53% de las mujeres trabajadoras se concentra en sectores que han sido más afectados por la pandemia y cuya recuperación podría ser más lenta. El trabajo a distancia favorece más a los hombres que a las mujeres, así como a los empleados con mayor nivel de ingreso. Un estudio del CEEY muestra que en el nivel de ingresos más altos, tres de cada 10 trabajadores son hombres ocupados en trabajos susceptibles de llevarse a cabo desde el hogar, mientras que solo hay dos mujeres en el mismo tipo de trabajos.
3. Las mujeres se encuentran subrepresentadas en los puestos de liderazgo, tanto en el sector público como en el privado. Esto reduce la posibilidad de que las necesidades de las mujeres se vean reflejadas en la toma de decisiones. Los hombres están regresando al mercado laboral más rápido que las mujeres, y muchas de ellas lo hacen en condiciones desventajosas. La pandemia ha enfatizado la doble carga de las mujeres: buscan generar ingresos mientras absorben más tareas en el hogar.
No obstante, de acuerdo con un estudio de McKinsey, si en México la tasa de participación económica de las mujeres fuera la misma que la de los hombres, se podrían generar hasta 810 mil millones de dólares adicionales en 2025, equivalentes al 70% del PIB nacional.
Para ello, el IMCO propone:
- robustecer las estadísticas para medir las brechas de género
- ampliar el sistema de cuidados infantiles para que beneficie a las trabajadoras informales
- incentivar la adopción de políticas corporativas de integración vida-trabajo.
- generar incentivos para que las mujeres de secundaria y preparatoria continúen estudiando
- diseñar programas sociales en los que las mujeres trabajadoras de grupos vulnerables sean prioridad