Estimación de caída del PIB en México pasó a 10.2%

El país tiene un espacio fiscal corto, que limita la posibilidad del gobierno para apoyar a los grupos vulnerables, ya que tiene una base impositiva baja

Los gastos fiscales en México se han reducido en forma significativa, al pasar de 4.1% del PIB en 2013 a 3.9% del PIB, previsto para 2018.
 Los gastos fiscales en México se han reducido en forma significativa, al pasar de 4.1% del PIB en 2013 a 3.9% del PIB, previsto para 2018.  (Foto: iStock)

México tendrá este año uno de los mayores desplomes en el PIB entre los 36 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al completar una caída de 10.2%.

De acuerdo con el ajuste trimestral de pronósticos del PIB que realiza la OCDE, el hundimiento del PIB mexicano será solo superado por el que registrarán Argentina (-11.2%), Sudráfrica (-11.5%) e Italia (10.5%), mientras que comparte  -10.2% con India.

El pronóstico revisado del PIB para México, que está debajo de -7.6% que previeron ellos mismos en junio, será resultado de la persistente pandemia del Covid 19 en el país, su impacto en las medidas de distanciamiento social, la destrucción del empleo resultante, el aumento de la informalidad y el evidente incremento de la pobreza en el país.

En el apartado para México, le identifican entre los países que por tener pasivos contingentes y una base impositiva baja, tienen un corto margen de maniobra fiscal para respaldar al crecimiento.

Y ese mismo breve espacio fiscal, limita la posibilidad del gobierno para apoyar a los grupos vulnerables. Comparten con México esta limitante, países como Brasil, India y Sudáfrica, quienes además, podrían tener un abundante endeudamiento público.

En la actualización de expectativas, el llamado “Interim Economic Report”, los expertos de la OCDE proyectaron que todos los países del G20, con excepción de China, sufrirán una recesión.

En el reporte, que titularon en la versión de septiembre “Coronavirus, vivir con incertidumbre”, sostienen que el aumento del desempleo agrava el riesgo de la pobreza y alimenta la informalidad, particularmente entre economías emergentes.

En la actualización, divulgada desde Paris, sede de la OCDE, ajustaron su pronóstico para el PIB mundial  con una caída de 4.5% y una recuperación de 5% para 2021.

Se trata de previsiones que distan del desplome estimado en junio, de 6% y una recuperación de 5.2% para el 2021.

Aún previendo una “frágil recuperación para 2021, la producción a fines de 2021 seguirá debajo de su nivel previo al Covid-19  y muy por debajo de lo proyectado antes de la pandemia”, resaltaron.

Es decir, se trata de un retorno a la actividad que de ninguna manera se aproximará a la velocidad ni dimensión que se tenía previo a la pandemia.

Esta mejora en el pronóstico supone que China tendrá un mejor desempeño, lo mismo que Estados Unidos.

En tanto, para el G-20, estiman una contracción de 4.1% este año y una recuperación de 5.7% para el 2020.

Las más grandes

Para Estados Unidos, prevén ahora una caída de 3.8% y una recuperación de 4% para el 2021, que incorpora un ajuste y supone una caída menos profunda de la estimada en junio, de -7.3% para el 2020 y recuperación de 4.1% para el año entrante.

Mientras para China, la segunda economía del mundo y donde se originó el virus y cierre de la actividad, será el único país del G-20 que registrará una tasa positiva este año de 1.8% y una recuperación de 8% para 2021. Los pronósticos son similares a los de medio año.

De acuerdo con el documento, entre los países BRIC, que son los emergentes de mayor desarrollo, anticipa una caída de 6.5% para Brasil; -7.3% para Rusia; -10.2% para India y el PIB positivo de 1.8% para China.

Crisis de salud, en el centro

En la presentación del informe, la economista en jefe de la OCDE, Laurence Boone, afirmó que el mundo se enfrenta a una aguda crisis de salud y la mayor desaceleración económica desde la Segunda Guerra Mundial.

“El final no está aún a la vista y debemos enfocarnos en lo que sí podemos hacer. Ahí, es donde los legisladores tienen un papel fundamental”, señaló la funcionaria en la presentación.

Desde su perspectiva, los formuladores de políticas públicas tienen la oportunidad de su vida de desarrollar estrategias de recuperación sostenibles que permitan reiniciar la economía y generar inversiones en infraestructura verde, transporte, vivienda y pymes.

La funcionaria advirtió también que sin el apoyo continuo del gobierno, las quiebras y el desempleo serían superiores y aumentarían más rápido, lo que profundizaría el impacto en la capacidad de las personas para vivir.

*Con información de El Economista