Habiendo tantos productos similares en el mercado, la marca en uno de los factores determinantes que influyen en la decisión del consumidor al momento de comprar. Así, la marca se ha convertido en una de las principales herramientas con la que cuentan las empresas para distinguirse de sus competidores.
En México, este signo distintivo está protegido por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), para que las personas que logren obtener su registro puedan hacer uso exclusivo de él y ejercitar todos los medios de defensa por su empleo no autorizado por parte de terceros.
Sin embargo, su custodia no es vitalicia, tiene un límite de tiempo. De acuerdo con el artículo 95 de la Ley de la Propiedad Industrial, el registro de una marca tiene una vigencia de 10 años, pero se puede renovar por periodos de la misma duración.
Conforme al texto vigente, actualmente este término se computa desde la fecha de la presentación de la solicitud para el registro de la marca; no obstante, con la entrada en vigor el 5 de noviembre de 2020 de la nueva Ley Federal para la Protección de la Propiedad Industrial, la vigencia correrá a partir de la fecha del otorgamiento de su registro (art. 178).
El interesado en renovar su marca podrá realizar el trámite en línea o en las oficinas del IMPI, previo a un pago de derechos de $2,628.14, y deberá declarar bajo protesta de decir verdad que los productos o servicios que ofertará se encuentran libres de engaño o mala fe.
Conocer la fecha en que el registro de una marca vencerá es de vital importancia, porque de ahí depende que la renovación se solicite a tiempo; de lo contrario, dicho registro caducará y la marca pasará a ser del dominio público.
