Durante la última década las autoridades británicas han intentado infructuosamente establecer controles más estrictos para filtrar el acceso de sus ciudadanos a los sitios pornográficos. Los impedimentos de carácter técnico no les han permitido ejecutarlos como ellos pretendían.
El creciente número de consumo de pornografía dentro de los usuarios menores de edad está animando a que muchos gobiernos intenten probar diferentes medidas para limitar ese acceso.
Actualmente, la legislación alemana solicita que las páginas web pornográficas habiliten el acceso nada más a mayores de 18 años, pero estos portales no están siendo tan estrictos y diligentes en ese campo.
Tobias Schmid, director de la Autoridad Estatal de Medios de Renania del Norte-Westfalia ha iniciado una campaña para obligar a operadores como Vodafone y Deutsche Telekom a imponer un sistema basado en el bloqueo de DNS para penalizar el incumplimiento de sitios como Pornhub y YouPorn.
Se quiere hacer imposible el acceso a dichas páginas para los usuarios que tecleen los nombres de dominio, ello para convencerlos de aplicar con mayor rigor la normativa si no quieren ver que sus visitas descienden exponencialmente.
Sin embargo, la propuesta tiene algunos problemas como:
- no es indispensable recurrir a los nombres de dominio para acceder a los sitios: entre los usuarios más interesados ya se han difundido las direcciones IP, lo que vuelve inútil el bloqueo de DNS
- el acceso a servicios de VPN y proxies web es sencillo y gratuito actualmente, lo que hace inútil basar el bloqueo en el uso de DNS, y
- la medida se centra en los portales con mayor número de usuarios, pero gran parte de la pornografía que se consume en Internet lo es por medio de páginas web pequeñas, que ningún registro gubernamental parece capaz de tener en su totalidad, mucho menos de mantenerlo actualizado
La mayor parte de los padres de Alemania se muestra preocupado por el tipo de contenido que se puede encontrar y por ello están a favor de la implementación de controles. No obstante, las opciones por el momento no han podido ni en el caso británico ni en el alemán suficientes para solventar la situación.