Si tu o tus hijos disfrutan de jugar videojuegos en línea, ya sea en consolas o cualquier otro dispositivo es importante cuidar los datos que se comparten en ellos para evitar cualquier tipo de vulneración.
“Los juguetes conectados a Internet o juguetes inteligentes crean nuevas oportunidades de juego interactivo y aprendizaje; sin embargo, también presentan retos importantes en términos de seguridad y privacidad”, advirtió el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
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A detalle, un juguete inteligente es aquel que contiene elementos electrónicos como cámara, micrófono, geolocalizador, conexión a Internet vía Wi-Fi o por conexiones móviles. En esta categoría podemos encontrar desde un robot dirigido por una aplicación móvil a una tableta para niñas y niños, muñecos o peluches controlados a distancia.
Todos estos juguetes o dispositivos requieren del uso de datos personales e incluso algunos piden imágenes que se almacenan en la nube. Esta situación puede poner en riesgo la privacidad y seguridad, tanto del menor, como de su entorno familiar, explicó el Inai.
Ante este escenario, el organismo emitió las siguientes recomendaciones:
Revisar la información y opiniones sobre el dispositivo o el juguete.
Identificar qué datos personales serán utilizados, para qué fin y si son compartidos con terceros.
Leer los términos y condiciones relacionados con la privacidad.
Verificar la forma en que se solicita y se proporciona el consentimiento para el uso de los datos personales en los dispositivos.
Revisar que el fabricante proporcione información o los medios para ejercer los derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición).
Identificar si el juguete conectado puede grabar, entender algunas palabras o frases, tomar imágenes o capturar video de los usuarios.
Verificar si utiliza datos de ubicación GPS y, en su caso, que sea claro cómo deshabilitarlos.
Si el juguete se conecta con alguna aplicación, verificar cómo se realiza y protege la conexión y los datos que se intercambian durante su uso. Es importante leer la política de privacidad de la aplicación.
Apagar el juguete cuando no se esté utilizando para evitar que siga recabando datos.
Ser precavidos con los datos personales que se introducen en los juguetes electrónicos y mantener siempre un nivel de seguridad alto.
“Sin un control adecuado, los datos personales pueden caer en manos de desconocidos o ciberdelincuentes y dar cuenta de gustos, horarios e, incluso, de la localización del menor. Asimismo, se abre la posibilidad de obtener imágenes o videos grabados en el entorno doméstico o familiar, lo cual representa un riesgo para su seguridad”, reiteró la institución.