La innovación es el plan

El liderazgo que se requiere tiene como reto replantear permanentemente la respuesta ante los factores externos

 .  (Foto: iStock)

Valeria Torres

La innovación orienta los cambios que se deben ejecutar y como parte de la transformación, cada empresa necesita incorporar la tecnología más adecuada para lograr sus objetivos estratégicos, modificando o replanteando su modelo de negocio para concentrarse en las necesidades del cliente, aseguró KPMG. 

“La mejor forma de sortear la incertidumbre consiste en fortalecer los esquemas de innovación y seguir incrementando la rapidez con la que el negocio se adapta a la nueva realidad. De hecho, durante la pandemia se aceleró la transformación digital mediante la adopción de nuevas tecnologías en nueve de cada diez empresas”, aseveró en un comunicado.

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La firma explicó que dichos esquemas innovadores deberán contemplar actividades estratégicas como la implementación de nuevos marcos de gestión a gran escala, mejoras en los modelos de operación, mayor enfoque en las fuentes alternativas de ingresos y en la experiencia digital del cliente, "tendencias que se observan al exterior de las organizaciones y que la Alta Dirección debe tener en cuenta para asegurar el crecimiento de la empresa a corto y mediano plazo, así como una mayor participación de mercado".

En ese sentido, indicó más que nunca, es necesario un enfoque de pensamiento exponencial, reconociendo que la pregunta no es “¿Cómo volver resiliente tal o cual modelo de negocio?”, sino reconocer que si una determinada pauta está expuesta a demasiados riesgos que podrían comprometer su sostenibilidad, es necesario prever cuál sería un mejor camino y realizar los cambios necesarios en la agenda para mejorar las expectativas de éxito.


El plan es que no hay plan 

La incertidumbre es hoy parte de la nueva realidad y las turbulencias son la normalidad en este trayecto. Por ello, el liderazgo que se requiere tiene como reto replantear permanentemente la respuesta ante los factores externos, lo cual representa una gran oportunidad para capitalizar coyunturas favorables y transformar los modelos de negocio.

En el pasado, los planes se basaban en la rigidez y la claridad sobre el rumbo que debía tomarse. Actualmente, las organizaciones se enfocan en cómo gestionar lo que está por venir en los meses más inmediatos, aprovechando las oportunidades y sorteando los retos conforme se van presentando, pues tanto las amenazas como las coyunturas favorables van moldeando la planificación.

Aunque siempre es necesaria una mínima previsión del futuro, por más disruptivo que sea; pero sí de los planes rígidos, anclados en logros del pasado, que no se atreven a cuestionar los supuestos sobre los cuales podría sostenerse una nueva estrategia.

“Las organizaciones que se limitan a reaccionar a los cambios incrementan sus posibilidades de perecer. Por ello, es necesario desactivar el piloto automático y tomar el control de la nave, evaluando constantemente qué funciona y qué no”, concluyó KPMG. 


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