El Estado mexicano permite que los extranjeros entren al país, viajen por su territorio e incluso muden su residencia a este, previo a una serie de requisitos migratorios. Además, sin importar su origen, las personas extranjeras gozan de los mismos derechos humanos que cualquier otro ciudadano mexicano, tal y como lo prevé el artículo 33 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Sin embargo, el Estado puede solicitar la salida de los extranjeros del territorio bajo ciertos supuestos. A esta medida se le conoce como deportación, y de acuerdo con el numeral 144 de la Ley de Migración procederá cuando el extranjero:
- se haya internado al país sin la documentación requerida o por un lugar no autorizado para el tránsito internacional de personas
- habiendo sido deportado, se interne nuevamente al territorio nacional sin haber obtenido el acuerdo de readmisión, aún y cuando haya obtenido una condición de estancia
- se ostente como mexicano sin serlo
- si derivado de sus antecedentes en México o en el extranjero se comprometa la seguridad nacional o la seguridad pública
- proporcione información falsa o exhiba ante el Instituto documentación apócrifa, alterada o legítima, pero que haya sido obtenida de manera fraudulenta, y
- haya incumplido con una orden de salida de territorio nacional
La autoridad competente para iniciar el proceso de deportación es el Instituto Nacional de Migración (INM), y en todo momento deberá respetar al extranjero los siguientes derechos:
- ser notificados del inicio del procedimiento administrativo migratorio
- recibir protección de su representación consular y comunicarse con esta, excepto en el caso de que hayan solicitado el asilo político o el reconocimiento de la condición de refugiado. En caso de que el extranjero desee recibir la protección de su representación consular, se le facilitarán los medios para comunicarse con esta lo antes posible
- avisar a sus familiares o persona de confianza, ya sea en territorio nacional o fuera de este. Para tal efecto, se le facilitarán los medios para comunicarse con esta lo antes posible
- recibir información acerca del procedimiento de deportación, así como del derecho de interponer un recurso efectivo contra las resoluciones del INM
- contar con un traductor o intérprete para facilitar la comunicación, para el caso de que no hable o no entienda el español, y
- recibir asesoría legal
En caso de proceder la deportación, el INM deberá proporcionar los medios de transporte necesarios para el traslado del extranjero al país de origen o de residencia, y prever el suministro de agua potable y los alimentos necesarios durante el trayecto.
