Contrato de seguro de viaje, una opción en la era COVID-19
Lo mejor es tomar previsiones para que las vacaciones no se vuelvan un calvario
Corporativo
Son innegables los catastróficos efectos que trajo la pandemia por COVID-19 en todo el mundo. Uno de los sectores más afectados fue el turismo, pues ante las restricciones sanitarias, los vuelos fueron cancelados y los hoteles se vieron obligados a cerrar, dejando a miles de vacacionistas varados.
Por fortuna, a diferencia del año pasado, la contingencia sanitaria ya no es una sorpresa, ahora se conoce lo fluctuante que pueden ser los índices de contagio, y, por tanto, las restricciones gubernamentales.
A partir de ello, para evitar que las próximas vacaciones se vuelvan un calvario, la mejor opción será contratar un seguro que incluya la devolución de los importes abonados si se cancela el viaje por cualquier motivo.
De no optar por el seguro, se recomienda revisar a detalle los términos y las condiciones de la empresa para modificaciones o cancelaciones.
Sobre las demás condiciones de viaje, los proveedores siguen obligados a respetar todos los derechos de los consumidores, por lo que si alguno de los servicios contratados no cumplen con lo ofertado o son defectuosos, pueden presentarse quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor.