La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) estimó que los ingresos de los pequeños comercios cayeron de un promedio de entre 8,000 a 10,000 pesos al mes a 6,000 u 8,000 en la pandemia.
Por lo anterior vio reducida su utilidad marginal hasta un 25% en sus ventas; “sin embargo, se mantiene operando como una banca de apoyo facilitando a la población más vulnerable del país el poder llevar comida cada día a su hogar”
“Muchos factores explican las cifras que nos impactan todos los días, pero lo más doloroso es que las familias han tenido que abaratar su alimentación y en ocasiones irse a la cama con hambre porque no cuentan con los ingresos necesarios para satisfacer su manutención familiar. En consecuencia provoca la caída de las ganancias del pequeño comercio, operado regularmente por familias completas que resienten la caída del poder de compra de su clientela”, destacó el presidente de la asociación, Cuauhtémoc Rivera.
En ese sentido destacó que el crédito a la palabra que otorgan estos negocios día a día como un acto inequívoco de solidaridad ha marcado la diferencia ante la terrible embestida económica que sufrió la sociedad mexicana en el 2020, producto de la pandemia.
“En este tiempo recesivo, el comercio local que opera en las colonias populares, periferias urbanas, comunidades rurales nunca desfalleció ni dio la espalda a la población más vulnerable, al continuar abasteciéndole con créditos a la palabra”, agregó Rivera.