La Nube puede incrementar la productividad de tu Pyme

La transformación tecnológica en las empresas ya se venía gestando desde antes de la pandemia de covid-19

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 .  (Foto: iStock)

La pandemia del Covid-19 trajo consigo un incremento en las operaciones digitales, y un alza de los delitos cibernéticos, lo que significa un reto más para las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

El presidente del Consejo de Administración de Biometría Aplicada, Adolfo Loera, aseguró que al día de hoy existen soluciones tecnológicas para estas empresas que antes eran exclusivas para grandes corporativos, como lo es el uso de software como servicio (SaaS), las responsabilidades subyacentes de la instalación y el mantenimiento del software recaen en el proveedor de SaaS, no en el usuario final.

Los servicios de seguridad instalados en la Nube no sólo son más ágiles en su implementación, sino además son mucho más accesibles para las Pymes, ya que sus costos de instalación y mantenimiento son menores en comparación con los que requieren una infraestructura física.

Ante ello, la implementación de una solución en la Nube para una Pyme con una operación sencilla puede llevar una semana, mientras que en una on-premise, es decir, aquella que conlleva la instalación de una infraestructura física más compleja, puede requerir entre 3 y 6 meses de trabajo.

Además, respecto a los costos, estos también serían mucho más bajos, ya que no requiere una infraestructura física para operar, como un servidor y hardware adicional compatible, y sólo necesitarían una conexión a Internet, lo que reduce significativamente la inversión.

“En cuestión de mantenimiento, hay que considerar la obsolescencia de la tecnología, la cual debe renovarse cada 3 o 4 años”, indicó Loera.

Asimismo, mencionó que una vez que se enfrentan a la obsolescencia de la tecnología, muchos optan por contratar un SaaS para subsanar las deficiencias que pudieran estar presentando”.

El experto en identidad digital señaló que la transformación tecnológica en las empresas ya se venía gestando desde antes de la pandemia de covid-19, pero se aceleró a raíz de la contingencia, lo que está generando presión para que las organizaciones adquieran herramientas que las ayuden a enfrentar el nuevo entorno de los negocios.

“Hoy enfrentamos un entorno VICA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad), donde interactúan tecnologías como la inteligencia artificial, el big data, el blockchain, la red 5G y el Internet de las Cosas, que impulsan la creación de una gran cantidad de información digital y, a la vez, promueve y se nutre de nuevas interacciones digitales. Todo esto está generando un sinfín de variables en nuestros negocios, a las que debemos responder con agilidad y con un enfoque total en el cliente”, resalta Loera.

De acuerdo con consultoras como Kantar y Capgemini, las ventas online tuvieron un incremento de 500% a raíz de la pandemia, mientras que el uso de las tecnologías sin contacto tuvo un alza de 77% y se prevé que la tendencia continúe, con un incremento de 62% cuando la contingencia termine.

Además, el 66% de los consumidores de todo el mundo ya prefiere utilizar aplicaciones móviles en lugar de alternativas que requieren contacto, incluso cuando ya han acudido a una sucursal.

Sin embargo, el incremento en las interacciones digitales también ha traído como consecuencia un aumento en los fraudes empresariales, lo que hace particularmente vulnerable a las Pymes.

Según PwC, el 47% de las empresas en el mundo ha sufrido un fraude en los últimos 24 meses, con un promedio de 6 incidentes por empresa. Aunque hay compañías que han llegado a perder hasta 50 millones de dólares por estos ilícitos, sólo el 56% realizó una investigación al respecto.

En el caso del cibercrimen, se encuentra como la segunda variante de fraude más popular, con una afectación en el 34% de las compañías, y sólo detrás del fraude al cliente, con un impacto en el 35% de las organizaciones.

Las industrias que son altamente vulnerables a los ciberataques son las dependencias gubernamentales, con una incidencia del 17%; la industria de salud con un 16%, así como la tecnología y las telecomunicaciones, con un 20%. 

Aunque los fraudes cibernéticos no son la modalidad principal en sectores como el consumo y los servicios financieros, tiene una presencia importante dentro de sus operaciones, con un 16 y 15%, respectivamente.