Salir de vacaciones es una oportunidad de descansar, conocer nuevos lugares o divertirse; sin embargo, en momentos de pandemia, también abre una ventana para el aumento de contagios de COVID-19 e impedir que por fin se termine la crisis sanitaria.
Por lo anterior, es importante que todos aquellos que salieron de casa en la temporada, estén muy atentos a los síntomas a su regreso y realizar una prueba en caso de ser necesario. Además de evitar reuniones masivas o en espacios cerrados, al menos en los primeros siete días posteriores al viaje.
Al respecto, especialistas del laboratorio Roche, destacaron que no se trata de hacer pruebas por hacer, sino de ser muy cuidadosos de informarse si alguna de las personas con las que compartimos espacio en esa temporada resulta contagiado o si empezamos a presentar algún síntoma.
Al respecto, el doctor Gustavo Olaiz, explicó que lo mejor es al primer malestar, asumir que se tiene el virus y aislarse, para inmediatamente hacerse una prueba de "antígenos", que además de ser muy fácil de encontrar, es económica y permite saber rápidamente el resultado.
En caso de que salga negativa, buscar cuál es la enfermedad con asesoría médica para acabar con ella. No obstante, recomendó continuar con medidas de higiene, porque aunque no contagiemos ese virus, podríamos infectar a otras personas de una enfermedad respiratoria.
Las medidas deben continuar
Lo cierto es que sin importar los síntomas es indispensable que sigamos con las medidas de higiene y protección recomendadas para no contagiarnos ni propagar la enfermedad en caso de haber tenido contacto con ella, aseguró el Dr. Fabián Fay.
En ese sentido, Fay y Olaiz aclararon que haber recibido la vacuna no nos exenta de seguir estos protocolos, pues aseveraron, ninguna inmunización es infalible y aún existe riesgo de contagiarse.