Desde que comenzó este sexenio, el gobierno federal ha enviado media docena de cartas a marcas internacionales como Zara, Louis Vuitton y Carolina Herrera, por mencionar algunas, exponiendo que se han apropiado y reproducido, sin consentimiento de artesanos de pueblos y comunidades indígenas, diseños originales de los creadores del país.
Las quejas emitidas por Alejandra Frausto Guerrero, secretaría de Cultura, han expuesto que las marcas de todo tipo no solo se inspiran en los diseños de los maestros artesanos, sino que se apropian de los productos, ejemplificando el caso de Carolina Herrera, que justificó la copia con un supuesto homenaje a México, no obstante. La funcionaria destacó no conocer homenajes donde se invitara a los homenajeados a participar.
“Hay que nutrir y aportar a una industria tan grande como la moda de cierta ética”, puntualizó Frausto Guerrero.
En ese contexto, la Secretaría de Cultura se reunió el lunes 9 de agosto con autoridades locales del estado de Tlaxcala y la UNESCO, para presentar “Original”, un proyecto de la dependencia federal que reunió a artesanos, diseñadores tradicionales y no tradicionales, con empresas nacionales y extranjeras, para mostrar que los conocimientos no deben ser copiados, plagiados ni caricaturizados.
Asimismo, “Original” se convertirá en un laboratorio que ayude al desarrollo de políticas públicas en esta materia para ayudar a las comunidades a incursionar en el mercado textil y de la moda.
El evento que tendrá un costo de 27 millones de pesos, verá su clímax del 18 al 21 de noviembre de este 2021, en el Complejo Cultural Los Pinos donde se exhibirán y venderán los trabajos originales y participarán aproximadamente 3 mil artesanos, además, habrá un salón de negocios donde habrán foros.
Además, se espera la participación de las empresas que han recibido las quejas de la Secretaría de Cultura para esperar una oferta de trabajo con las comunidades.
Finalmente, Mardonio Carballo, director general de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, agregó que se pondrá en funcionamiento un observatorio de “conciliación con aquellos que ‘homenajean’ al arte de los pueblos indígenas”, para así proteger “los derechos culturales y artísticos de los pueblos indígenas”.