A prácticamente un año y medio de la pandemia por COVID-19, nos acostumbramos a nuevos hábitos. En cuanto a las estrategias de publicidad, las marcas, todas, sin duda tuvieron que replantear su forma de comunicarse con sus públicos, aseguraron Sparkling y Ride.
“La publicidad desde hace tiempo no puede ser sólo presencial, las marcas deben promocionarse en medios digitales, más que nunca, buscando la participación de los públicos”, destacó.
En ese sentido, afirmó que se requiere creatividad y evitar saturar a los usuarios con eventos digitales, cuando muchos pasan varias horas en juntas virtuales. Sin embargo, las ventajas de asistir, por ejemplo, a un evento en vivo sin necesidad de desplazarse, seguirá siendo una gran atractivo siempre y cuando se genere interés.
“Conectarnos de forma virtual se hizo realidad. Las empresas tanto medianas como grandes optaron por esta opción para reunirse con sus audiencias, hay que reconocer que no ha sido sencillo, ni siempre efectivo”, reiteró.
Agregó que el home office se mantendrá, o esquemas híbridos que dan oportunidad de tener más tiempo libre dedicado al placer o diversión. Sin duda un cambio importante en la cultura de trabajo que reta a las empresas, a la vez que se afectan los hábitos de consumo.
Las prioridades de consumo de las personas se modificaron. Al principio del confinamiento, la preocupación era satisfacer las necesidades básicas, de ahí el pánico y desabasto que se vivió de algunos productos, a la vez crecieron las solicitudes de las “entregas a domicilio”, explicó.
Las compras en línea se dispararon. Si bien existía una tendencia al comercio electrónico, con la pandemia se incrementó su uso, para comprar desde despensa, muebles o hasta autos, por lo que internet se consolidó como una fuente de información para tomar decisiones de compra.
También, la incertidumbre económica se acentuó, por lo que las personas siguen buscando ahorrar, debido al miedo de perder su empleo o por el pago de deudas, de ahí que las promociones sean especialmente atractivas.
“Tras la pandemia, las empresas tienen más indicadores de los consumidores, están mejor equipadas para tomar medidas basadas en esta información. De todas formas, las interrupciones y la incertidumbre no han acabado. A medida que pensamos en el resto del año, debemos trabajar para imaginar una nueva versión de lo que significa satisfacer las necesidades de los consumidores, incluso a pesar de las fluctuaciones y la volatilidad permanente”, puntualizó el editor de Think with Google, Zharmer Hardimon.