Hoy existe en Internet una difusión masiva de fotografías y videos de personas; sin embargo, en la mayoría de los casos no existe una autorización de por medio, lo cual es ilegal.
Según el artículo 87 de la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA), el retrato de una persona solo puede ser usado o publicado, con su consentimiento expreso, o bien con el de sus representantes o los titulares de los derechos correspondientes.
Esta autorización puede ser gratuita u onerosa; así, cuando a cambio de una remuneración, una persona se deja retratar, se presume que ha otorgado el consentimiento.
Cabe destacar que la autorización de usar o publicar el retrato podrá revocarse por quien la otorgó (excepto cuando exista una remuneración, siempre que se utilice para los fines acordados); no obstante, responderá por los daños y perjuicios que pudiera ocasionar dicha revocación.
¿Cuándo no es necesario el consentimiento?
El único caso en el que no se deberá obtener una autorización previa de las personas fotografiadas, será cuando sea un retrato de alguien que forme parte menor de un conjunto o la fotografía sea tomada en un lugar público y con fines informativos o periodísticos.
Finalmente se resalta que los derechos establecidos para las personas retratadas durarán 50 años después de su muerte.
