ResearchGate es una red social que desde 2008 se dirige a investigadores científicos de todas las materias, teniendo alrededor de 20 millones de usuarios a lo largo del mundo. Pese a ofrecer servicios como foros y grupos de discusión, secciones de preguntas y respuestas o registros bibliográficos, su mayor atractivo es que funciona como repositorio de contenido académico que es gratuito.
En 2017, la plataforma recibió una solicitud de la Asociación Internacional de Editores Científicos, Técnicos y Médicos (STM) representando a 140 empresas editoriales donde se exigía que se implementara un mecanismo para identificar contenido protegido por derechos de autor.
Sin embargo, el portal rechazó la petición, porque prefería que fueran los propios editores quienes solicitaran la eliminación al detectar el contenido que constituía una infracción. Ante ello, dos editoriales Elsevier y American Chemical Society demandaron a ResearchGate, alegando que 50 artículos estaban depositados sin permiso de sus propietarios.
Elsevier tenía como antecedente que había logrado que un tribunal condenara a Sci-Hub y a otros sitios web a pagarles 15 millones de dólares como compensación por los daños y pérdidas económicas generadas por la libre difusión de artículos científicos.
Después de varios años, la 21a. Sala Civil del Tribunal Regional de Munich, Alemania dictó su sentencia sobre este asunto, la cual ha sido promocionada por ambas partes como una victoria, aunque supone una mediana derrota para ambas.
Se determinó que ResearchGate es responsable de qué documentos se cargan a su plataforma, sin poder ampararse en la responsabilidad de los usuarios, por ello se le prohíbe seguir ofertando en su página web los 50 artículos motivo de la demanda (desde hace años habían sido removidos).
Por otra parte, se niega a conceder indemnizaciones por daños y perjuicios a los demandantes porque no fueron capaces de acreditar sus derechos sobre el contenido, es decir, el acuerdo con todos y cada uno de los autores de estos.
No obstante, no debe minimizarse el hecho de que el tribunal haya dado la razón a los editores, porque ahora esta plataforma no puede argumentar que es un simple proveedor pasivo de infraestructura en la nube, sino que tiene un papel activo en promover a los usuarios. Esto junto con los recientes cambios normativos en Alemania y en la Unión Europea, ha llevado a que Research implemente sistemas de bloqueo de contenidos, pero el pago de una indemnización podría haber representado el fin para este portal.