Aunque dicen que la edad es solo un número, no se puede echar en saco roto que entre más grandes nos hacemos, parece que las oportunidades laborales se cierran, y no por un tema de experiencia, sino por complejos, un hecho que ha provocado que los adultos de 50 años o más tomen la decisión de emprender un negocio.
No obstante, Néstor Guerra, especialista en emprendimiento e instructor de Udemy, reconoció que esta tarea no es sencilla, pues pese a que entre más tiempo se dedica a una actividad y más expertise se adquiere, esto puede hacer que las personas se acostumbren a una determinada forma de hacer o pensar las cosas, inhibiendo así la creatividad e innovación.
Como sabemos, estas últimas son esenciales cuando se comienza un negocio, y si bien, acceder a un financiamiento después de los 50 años puede ser complicado, ¡ojo!, eso no significa que sea imposible, por ello, y tomando en cuenta los retos a los que se pueden enfrentar los adultos mayores, Guerra compartió las ventajas de emprender un negocio en edad adulta y cómo sacarles provecho.
A diferencia de los emprendedores jóvenes, los adultos de mayor edad tienen mejor capacidad y disposición para hacer frente a las situaciones difíciles, y pueden tomar de los fracasos un ejemplo de cómo hacer las cosas diferentes, aplicando su conocimiento en el mercado y/o industria en la que incursen, así como su experiencia.
Cuando una persona llega a una edad adulta tiene una mayor red de contactos en el sector en el que ha trabajado, y es probable que estos le ayuden a despegar y crecer, pues puede que muchos ocupen posiciones de liderazgo y toma de decisiones.
Además, el especialista en emprendimiento puntualizó en que después de los 50 años hay personas que pueden aprovechar el ahorro que generaron a lo largo de su vida para invertir en la etapa inicial del emprendimiento, luego de realizar un proceso de validación, o en su caso, solicitar un crédito a instituciones financieras, o solicitar ayuda mediante Fintech.
Finalmente, Néstor Guerra recomendó que al emprender un negocio se esté abierto a la novedad y adaptación, se haga con la actitud de hacer y aprender cosas nuevas, se investigue más sobre el sector en el que buscan incursionar y desarrollen habilidades tecnológicas para aplicar herramientas digitales a sus negocios que les faciliten los procesos, para ello, pueden estudiar cosas como:
- internet de las cosas
- inteligencia artificial
- realidad virtual y aumentada
- metaverso
- robótica o impresión en 3D