Actualmente México está considerado como un país de tránsito y destino de mercancía apócrifa. De igual forma, se le identifica como uno de los países con más sitios en línea para descarga de contenido pirata y el segundo con mayor número de descargas de películas piratas a nivel mundial, aseveró BC&B.
Además detalló en la nueva era digital es frecuente encontrar productos y servicios que se hacen pasar por auténticos y originales, cuando éstos no lo son, esta es una brecha que se abrió al mercado con mayor impacto a raíz de la pandemia por Covid-19, pues con el inicio del comercio electrónico y envíos a domicilios las falsificaciones de marcas aumentaron para entrar a un mercado competitivo en las plataformas y redes sociales.
En México los productos con este tipo de características que se ofrecen a menor precio van desde los productos de belleza, calzado, accesorios, juguetes y películas o series por streaming, las cuales a la par han ofrecido servicios similares a Netflix, Amazon Prime, Disney Plus, pero de contenido ilegal que se encuentran en crecimiento constante.
“A simple vista estas plataformas son gratuitas, y uno puede ver el contenido que quiere sin la necesidad de realizar un pago, lo que en realidad es un problema tanto para los titulares de derechos como para el consumidor, pues como titular de derechos se pierde financieramente hablando y se vulneran sus activos intelectuales, y como consumidor además de que viola derechos de Propiedad Intelectual está otorgando información personal sin saber el uso que se le puede dar a la persona detrás de la creación de estos sitios” señaló el socio de BC&B, Carlos Hernández.
La firma legal explicó que la falsificación de marcas y piratería se consideran un gran riesgo, tanto para los titulares de marcas registradas, como para los creadores de contenidos digitales, pues considerada una violación al derecho de propiedad intelectual de sus titulares, autores, productores y distribuidores de contenido que les son exclusivos. Además, las pérdidas diarias ocasionadas por la comercialización y distribución de contenido pirata han ido incrementando con el paso de los años.
Los riesgos principales se reflejan cuando hay vulnerabilidad tanto a los usuarios como a las compañías. Además, dicha actividad ilícita tiene un gran impacto negativo en la economía, pues cada contenido retransmitido de manera ilegal afecta la recaudación tributaria de los Estados, generando así pérdidas de casi 75 millones de dólares anuales.
Por este motivo, en el 2021, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), destruyó más de 1 millón 850 mil productos falsificados, de los 3.4 millones que aseguró. En ese mismo año, impuso 171 multas por más de 43 millones de pesos en casos relacionados con la piratería. Por ello, en México, existen normas y legislaciones en las que se establecen las sanciones de estos delitos, tales como la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial y el Código Penal Federal.
En materia de Propiedad Industrial el artículo 402, fracciones I y II de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, califica como delito el falsificar una marca con fines de especulación comercial, delito para el cual se impondrá una pena privativa de libertad de 3 a 10 años y de 2,000 a 500,000 UMAS, supuesto en el cual se contempla la producción, reproducción, importación, almacenaje, comercialización, venta, almacenamiento, transporte y distribución.
En materia de Derechos de autor, el Código Penal Federal establece en el artículo 424 una pena privativa de la libertad de 6 meses a 6 años y de 300 a 3,000 UMAS, a quien use en forma dolosa, con fin de lucro y sin la autorización correspondiente obras protegidas por la Ley Federal del Derecho de Autor.
“Finalmente, es importante que el consumidor tenga en cuenta el respeto por los Derechos de Propiedad Intelectual, ya que existen sanciones por violar los mismos, por lo que es importante tener una cultura hacía el respeto a estos derechos y para fomentar la misma, es necesario la creación de campañas de difusión y concientización de la importancia de estos derechos y sobre el riesgo que trae consigo a los usuarios utilizar sitios de internet sin licencia para la distribución de contenidos digitales”, comentó Carlos Hernández socio de BC&B.