El gobierno ambiental, social y corporativo, mejor conocido como ESG, no es un tendencia o moda nueva, son prácticas que las empresas ya llevaban acabo y que se consolidaron en acciones y criterios que incentivan un mejor manejo en las compañías. No obstante, existen ciertas consideraciones que se deben tomar en cuenta para su cabal cumplimiento.
La Product Manager ESG de CIAL Dun & Bradstreet, Alejandra Espinosa, explicó que las prácticas ESG no son alguno nuevo, debido a que a lo largo de la historia las organizaciones evalúan el impacto que tiene el consumo de materias primas en la sociedad y el medio ambiente, sus prácticas laborales y el estado de su gobierno corporativo.
“Lo que está de moda son los parámetros en cómo se miden estos criterios, la discusión está en cómo a nivel global podemos llegar a una comparación (...) los parámetros son una cosa nueva, que están intentando dar una relación o comparación en las distintas empresas o en las distintas industrias”, enfatizó la especialista.
Una gran oportunidad
Cumplir con los criterios ESG no solo brinda una imagen positiva hacia el exterior, sino proporciona una visión de las áreas de oportunidad que las compañías pueden atender.
Alejandra Espinosa comentó que con un buen diagnóstico se revelan los riesgos existentes y dónde pueden haber brechas que generen malas operaciones en el futuro; un ejemplo de ello son los consumos de luz, pues “si tu tienes una idea de cuánta electricidad consumes, tu puedes tomar medidas para reducir esa electricidad, y de entrada reducir un recibo”.
“Entonces cuando tu haces un análisis o diagnóstico de todos esos criterios, tú puedes ver dónde tu empresa puede flaquear. Internamente es una muy buena manera de tener un diagnóstico y ver cómo puedes mejorar, qué programas y políticas puedes implementar, también llevarlo a una misión y visión de la empresa, que el liderazgo esté consiente que se deben abordar estos criterios”, indicó.
Pese a la creencia de que solo las grandes empresas pueden incorporar los criterios ESG en su planeación y vida cotidiana, la especialista de CIAL Dun & Bradstreet, aseguró que existe una tendencia por hacer cumplir a proveedores, a fin de garantizar que una empresa que brinda algún servicio no tenga riesgos relacionados a estos criterios.
“Creemos que es un ejercicio que deberían estar haciendo ya todas las empresas que también proveen ciertos servicios, porque ya hemos visto que los grandes corporativos y las grandes empresas ahora están evaluando no solamente sus criterios, sino también de sus proveedores”.
¿Cómo puedo empezar?
El camino que las organizaciones deben seguir es el siguiente, de acuerdo con lo descrito por la Product Manager ESG, Alejandra Espinoza:
1.- Contar con las bases y conocimiento referentes a los criterios ambientales sociales y de gobernanza.
2.- Iniciar el diagnóstico.
3.- Detectar las fallas o áreas de oportunidad,
4.- Alinear las políticas y criterios a la misión y visión de la empresa, a fin de que el liderazgo de la organización aborden estos criterios.
5.- Difusión del mensaje a toda la empresa.
Una vez iniciado el proceso se pueden sumar programas específicos que estén orientados a varios criterios ESG y, con ello, generar roles específicos, “ahora hemos visto que varias empresas comienzan a tener el rol de un gerente de sustentabilidad o un gerente de responsabilidad social”, concluyó.