Las principales preocupaciones de los directivos son la reducción de las emisiones en todos los eslabones de la cadena de suministro (95%) y el aumento de los volúmenes de comercio electrónico (90%), aseveró Capgemini.
Derivado de lo anterior, alrededor del 92% de las organizaciones encuestadas afirmó que la continua reestructuración de la cadena de suministro global les afectará, aunque solo 15% reconoce que están preparadas para afrontarla.
“La creciente atención prestada a la sostenibilidad, los cambios socioeconómicos mundiales y las cambiantes demandas de los consumidores han provocado que las empresas se enfrenten a importantes alteraciones en sus cadenas de suministro”, destacó la firma en un comunicado
Según el informe denominado “Cómo una mayor inteligencia podría optimizar las cadenas de suministro” , invertir ahora en las cadenas de suministro es fundamental para que las organizaciones estén preparadas para satisfacer las demandas futuras. Durante los tres próximos años, las empresas tienen previsto aumentar su inversión en la transformación de la cadena de suministro en un 17% y esperan duplicar sus resultados de negocio en términos de crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad.
“Para poder crear una red de cadena de suministro preparada para el futuro y capaz de ofrecer los productos y servicios diferenciados que demandan los clientes, es necesario integrar diversos elementos. Los últimos años han resaltado la necesidad de que las empresas construyan cadenas de suministro ágiles y resilientes, no solo para hacer frente a las disrupciones, sino también para ayudarles a mantenerse a la vanguardia, especialmente desde una perspectiva de sostenibilidad”, explicó Mayank Sharma, Responsable Global de Cadena de Suministro en Capgemini.
Dentro de esta integración se encuentra la sostenibilidad, la gran mayoría de las organizaciones encuestadas (95%) reconoce la necesidad de reducir las emisiones de CO2 en toda la cadena de suministro, pero solo 13% se siente preparada para afrontar estos cambios. Actualmente, la reducción de las emisiones de Alcance 1, encabeza las iniciativas de sostenibilidad (38%), frente a las emisiones de alcance 2 y 3, que representan 22% y 27%, respectivamente. El informe también sugiere que se deben adoptar prácticas sostenibles en toda la cadena de valor, con métricas transparentes para medir los resultados y sistemas de monitoreo en tiempo real. Invertir en iniciativas de capacitación y educación de los proveedores ayudará a empoderar a los grupos de interés para que tengan un impacto real y permitan a las organizaciones alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
El estudio revela que solo una de cada cuatro empresas ha comenzado a escalar las iniciativas de sostenibilidad en sus cadenas de suministro, lo que pone de manifiesto su interés por mejorar.
Por otro lado, el informe sugiere que, a medida que las organizaciones vayan incrementando sus inversiones en la transformación de la cadena de suministro, habrá que prestar especial atención a la gestión del cambio y a la mejora de las competencias de todas las partes interesadas. También será importante mejorar la colaboración con los actores del ecosistema (clientes, proveedores, homólogos), así como invertir en automatización y robotización para mejorar la eficiencia operativa y redistribuir los recursos (tales como las interacciones con los clientes, el análisis, la planificación dinámica y la toma de decisiones).
La creación de una arquitectura componible, integrada y centrada en el cliente permitirá a las organizaciones responder con rapidez y mitigar los riesgos de suministro o cumplimiento. Esto incluye una estructura troncal transaccional y las mejores soluciones del sector para la ejecución, así como plataformas de colaboración e intercambio de datos que eliminan los silos y permiten una gestión integral de la cadena de suministro.