El juicio de amparo es el recurso constitucional más importante a disponibilidad de la sociedad para hacer respetar sus derechos y el mecanismo de mayor relevancia para proteger las garantías fundamentales; no obstante, presenta dificultades que lo vuelven poco accesible y eficiente, coincidieron especialistas en la Universidad Nacional Autónoma de México.
A detalle, el juicio de amparo no cumple con los principios básicos que la Constitución establece para la impartición de justicia: rapidez y oportunidad, señaló el Abogado General de la UNAM, Hugo Alejandro Concha Cantú.Al participar en el panel “La aplicación de la Ley de Amparo para la garantía de los derechos humanos en México: avances y desafíos”, el especialista Concha Cantú consideró que ese instrumento jurídico se encuentra alejado de las posibilidades de la mayor parte de la sociedad. “Teóricamente es el recurso disponible para todos, pero en la práctica no es así”.
Eso lo constituye en una figura fundamental, pero al mismo tiempo en un procedimiento poco accesible y eficiente. Sus resultados llegan, con frecuencia, después de periodos largos y cuando el paso del tiempo generó otro tipo de agravios. Tenemos una realidad que va a toda velocidad, y alcanzarla con normas que funcionen y den resultado es un proceso más lento, expuso el universitario.
María Elisa Franco Martín del Campo, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), apuntó que de 2014 a 2020 se presentaron tres millones 559,741 demandas de amparo indirecto. En el mismo lapso, los juzgados de distrito tenían 686,353 amparos pendientes de resolver. De esta manera, hubo cuatro millones 246,94 amparos.
“Eso es lo que tienen que resolver los jueces en este país, y hay que preguntar si cuentan con el personal suficiente para hacerlo, entendiendo que estamos hablando de derechos humanos", concluyó.