En los últimos meses, las disrupciones en las cadenas de suministro de todo el mundo han sido materia de discusión y reinvención debido a las dificultades y complicaciones que se suscitaron y seguimos padeciendo (aunque cada vez en menor medida) tras la pandemia de COVID-19.
Lo anterior, aunado a la guerra comercial entre China y USA y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha hecho que empresas multinacionales de Asia, Norteamérica, y Europa, se planteen actualmente la posibilidad de trasladar (o deslocalizar) sus centros de producción a destinos más cercanos de sus consumidores finales, tales como, Estados Unidos, la mayor economía del mundo.
Esta tendencia de transferir y acercar las cadenas de producción y distribución a otros países cercanos a sus principales consumidores es lo que se conoce como nearshoring. La relocalización de dichas empresas es cada vez una opción más viable y real dado que ayuda a las mismas a reducir sus costos, y a simplificar y optimizar los procesos de distribución en los mercados relevantes.
Para México, el nearshoring representa una oportunidad histórica y única puesto que la llegada de nueva inversión extranjera potencializa la economía mexicana y la generación de empleo, convirtiendo al país en un centro de comercio y desarrollo integral y un “One-Stop Shop” para cientos de empresas.
Esta nueva opción de relocalización de procesos de producción en México trae consigo, adicionalmente, beneficios derivados del nuevo Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (o T-MEC), firmado en 2020, pues dicho tratado permite la integración y la optimización de las cadenas de suministro a través de libre circulación fronteriza, resultando esto en un impulso para las exportaciones desde México, toda vez que en virtud del T-MEC se permite que se exporte con aranceles reducidos o en algunos casos sin la aplicación de los mismos. Asimismo, la ubicación geográfica de México en relación con Estados Unidos y Canadá constituye otro atractivo, pues la cercanía con sus socios comerciales reduce considerablemente los gastos operativos y logísticos para la distribución de las mercancías.
Por otro lado, al hablar de la situación geográfica de México es importante mencionar que México cuenta con diferentes puertos marítimos que ofrecen acceso tanto al océano pacífico como al atlántico, aeropuertos internacionales, vías férreas y autopistas para el transporte de mercancías, lo que sin duda trae como consecuencia la disminución de los costos de transporte y logística, así como el tiempo de entrega de los productos al mercado estadounidense.
En este tenor, a manera de ejemplo, usualmente, los envíos de mercancías desde México a cualquier ciudad de USA, puede tomar únicamente entre uno a cinco días, lo cual permite a las empresas, optimizar los tiempos de entrega y mantener un mayor grado de supervisión, y rastreo de sus mercancías, así como una atención y respuesta al cliente más eficiente y directa. En contraste, un cargamento de China a USA puede llegar a tomar varias semanas en llegar a su destino final.
La realidad es que, gracias a la cercanía de México con Estados Unidos, la existencia del T-MEC, y de los 14 diferentes Tratados de Libre Comercio que tiene con 50 países, los obstáculos que las empresas pudieran haber enfrentado en cuanto al libre tránsito de productos se han disminuido considerablemente.
Hoy en día, México es una apuesta segura para las empresas automotrices y productoras de partes para automóviles, en gran medida gracias a los costos competitivos en mano de obra (calificada y no calificada), la experiencia histórica adquirida, la constante construcción y crecimiento y desarrollo de infraestructura (e.g., parques industriales), el acceso a diferentes incentivos, estímulos fiscales o programas de promoción a la manufactura, maquila y exportación (tales como el IMMEX).
De igual manera, las industrias como la farmacéutica, de juguetes, de electrodomésticos, de tecnologías de la información y la aeroespacial, entre otras, también se han visto beneficiadas. Empresas multinacionales, tales como: Mattel, Inc., LGMG, Hisense, Kuka Home, Man Wah Furniture Manufacturing, Medtronic, Newell Brands, Inc., J&J, Phillips, GE y Siemens cuentan con instalaciones productivas en México. En total, más de 2,500 están establecidas en México debido, en parte, no solo por su cercanía con el mercado de Estados Unidos, sino ahora también, beneficiadas (y protegidas) por disposiciones específicas y modernas del T-MEC, como aquellas las relacionadas con la protección de propiedad industrial y comercio electrónico.
Todas esas nuevas empresas que están buscando trasladarse a México se han ubicado en las regiones del norte y del bajío. Por un lado, en el norte, existe una gran accesibilidad y conectividad con Estados Unidos; y además existen infraestructuras que permiten un acceso rápido a la frontera. El estado de Nuevo León, ha sido uno de los estados que más inversión extranjera ha atraído al país. Un ejemplo de esto es el reciente anuncio de Tesla, de la inversión billonaria para la construcción de una nueva fábrica que se ubicará en el municipio de Santa Catarina.
Los anuncios de los proyectos e inversiones relacionadas con el nearshoring, ascienden a los 13 mil millones de dólares, lo que equivale a más del 70 % de todo lo que se captó en México por inversión extranjera directa en 2022, de acuerdo con lo que Héctor Tijerina, Director General de Invest Monterrey, destaca.
Por otro lado, en la región del bajío existe una conectividad ideal tanto con el norte como con el sur del país. Actualmente, esta región cuenta con un gran número de empresas automotrices con instalaciones, creando la red de proveeduría más completa de América Latina.
Esta nueva tendencia a la reubicación geográfica de las empresas le da la oportunidad a México de potencializar la inversión extranjera, la creación de nuevos empleos, el desarrollo y el crecimiento de la industria de la construcción y de infraestructura, entre otros factores, que resultarán en un impacto importante para la economía de México y su competitividad.
Esto lo podemos ver reflejado en los nuevos proyectos que existen para la construcción de parques industriales, en vista que, recientemente la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados informó que actualmente existen 47 parques industriales adicionales en construcción, los cuales se inaugurarán en los siguientes meses de 2023 y en los próximos años a lo largo de la república.
Finalmente, y en relación con los impactos financieros y la fuerza del nearshoring en México en un corto y mediano plazo, la tendencia que hemos visto durante este inicio de año se correlaciona con el incremento durante el primer trimestre de 2023 del valor de cotización en el mercado bursátil mexicano de los certificados bursátiles de las FIBRAS mexicanas. Esto se entiende por el incremento exponencial de la ocupación de los activos industriales al casi llegar al 100 % de ocupación, lo que, a su vez, implica el aumento de rentas y de ingresos.
*Juan Carlos Izaza, Cuenta con 15 años de experiencia representando a empresas tanto públicas y privadas, así como a desarrolladores e inversionistas en todo tipo de transacciones inmobiliarias y en relación con diferentes tipos de activos inmobiliarios.
Cotidianamente participa en el diseño y estructuración de vehículos corporativos (incluyendo fideicomisos), y contratos relacionados con la adquisición, desarrollo, operación, administración, comercialización y en general, para la disposición de todo tipo de activos. En materia corporativa y de fusiones y adquisiciones participa activamente en la compra y venta de activos inmobiliarios. Es licenciado en derecho por el ITAM y cuenta con una maestría en derecho corporativo por Northwestern University y un certificado en administración de negocios por Kellogg School of Management. Correo: jizaza@pcga.mx y LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/juan-carlos-izaza-avila-44637a70/
*Ana Mendez, Enfoca su práctica en el derecho corporativo y transaccional y participa activamente en operaciones inmobiliarias y relacionadas con la construcción de diferentes tipos de proyectos. Cuenta con experiencia en asuntos de gobierno corporativo, regulatorios y contractuales. Actualmente es estudiante de la carrera de derecho en el ITAM.