Las tarjetas empresariales se han convertido en un aliado clave para los negocios, posicionándose como una de las principales tendencias del mundo empresarial. Con beneficios tangibles como la eficiencia en los procesos del día a día, y un mejor control de los gastos de las empresas, estas soluciones ayudan a los negocios a enfrentar desafíos administrativos que hoy por hoy son uno de los factores que frenan el crecimiento empresarial, señaló Edenred.
“Con mayor control, simplificación de procesos y ahorro de tiempos, las tarjetas corporativas se posicionan como diferenciadores para cumplir con el pago a proveedores, viáticos, caja chica, entre otros. Así, otorgan una visibilidad integral del presupuesto asignado y los gastos generados por la operación diaria, lo cual permite reducir el riesgo de fuga de dinero o el mal uso del presupuesto, dándole una mayor salud financiera a los negocios y empresas”, explicó Santiago Gómez, director de la Unidad de Empresarial de Edenred México.
Otro elemento básico es aprovechar los incentivos fiscales que puede traer la implementación de tarjetas corporativas en las empresas, pues estas dan la posibilidad de deducir fácilmente los pagos o compras, lo que simplifica esta tarea a los equipos de contabilidad, al mismo tiempo que cuentan con un beneficio de comprobación de gastos que les marcará una gran diferencia en sus actividades.
Con esto en mente, el experto compartió algunos puntos básicos para elegir la primera tarjeta corporativa:
- tener claridad con respecto a cómo se va a usar esta herramienta desde el primer momento, revisar las tasas de interés, de tal manera que el negocio tenga el mejor plan de financiamiento de acuerdo con los pagos o compras que va a realizar
- tener en cuenta los requisitos que se deben cumplir, por ejemplo, con relación al tamaño del negocio, o si se solicita un mínimo para contratarlas
- saber si la opción incluye herramientas tecnológicas cómo plataformas web o aplicaciones móviles que permitan digitalizar la operación y llevar un seguimiento puntual de las transacciones y movimientos que se realizan
Finalmente, destacó que otros elementos a considerar son la cobertura y la seguridad. Y es que las tarjetas corporativas cuentan con distintas opciones, lo cual es crucial para una compañía con operaciones nacionales e internacionales. La idea es que todos los colaboradores designados la puedan usar sin importar la región, con facilidad de comprar a proveedores, pagar y contratar servicios.
En cuanto a las medidas de seguridad, las tarjetas corporativas deben contar como mínimo de chip anti clonación, bloqueo y desbloqueo temporal de tarjetas, así como CVV dinámico para verificar y validar las compras en línea.
“En conclusión, implementar tarjetas corporativas a un negocio en la actualidad, se traduce en la adopción de un modo distinto e inteligente para abordar la gestión financiera. Sin duda, esto es una excelente vía para que las empresas aborden los retos con tecnología, al tiempo que obtienen grandes ventajas que las posiciona en el siguiente nivel de su desarrollo”, concluyó Gómez.