El futuro laboral y económico podría estar en riesgo, y es que de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la competitividad disminuyó en los últimos 4 años; especialmente en México, por la baja en las matriculas escolares tras la pandemia, y es que al menos 6 millones de infantes y jóvenes quedaron fuera del sistema educativo.
El Instituto aclaró que esto significa que ya no asisten a la escuela; un ausentismo que se ha registrado más en el nivel preescolar, con 1.48 millones de menores, además, solo 92 estudiantes llegan a la secundaria de cada 100 que entran a la primaria, de estos, 81 ingresan al bachillerato y apenas 39 empiezan una licenciatura, aunque solo 26 la concluyen.
Los datos también señalaron que 4 de cada 10 abandonan sus estudios por falta de interés, pero un 27% también lo hace por falta de dinero; en ese sentido, la Coordinadora de Educación del IMCO, Fernanda Domínguez, resaltó que “la educación es fundamental para impulsar la competitividad y una vía para desarrollar capacidades y habilidades necesarias para el empleo”.
La experta aseguró que en los estados, la competitividad disminuyó en los últimos 4 años, especialmente al sur del país, por ello, añadió se requieren políticas públicas que desarrollen talento, especialmente porque una persona con licenciatura tiene un promedio mayor de 78% a conseguir mejores oportunidades laborales ante las personas con ningún nivel educativo.
Retos de la educación en México
La directora del Programa de Liderazgo en Enseña por México, Brenda Bernáldez, compartió que el principal reto es ayudar a las infancias a recuperar o desarrollar las principales habilidades de interacción y aprendizaje, especialmente porque muchos llevan más de la mitad de su vida encerrados, lo cual supone un problema ya que en los primeros años de vida es cuando más crece el cerebro.
De hecho, casi el 90% del desarrollo del cerebro se registra antes de los 5 años de vida, y los menores de 7 años estuvieron entre 2 y 3 años en pandemia, justo cuando se debería llevar su desarrollo cognitivo.
Asimismo más del 30% de los jóvenes de secundaria y educación media superior están tensos y estresados por la escuela, lo cual ha afectado a su inteligencia emocional y habilidades como el pensamiento crítico, liderazgo, resiliencia, gestión del cambio, etc., afectando su empleabilidad a futuro.
Durante el Taller “Educación en los primeros años de vida, las bases para el futuro” del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), las expertas coincidieron en que el problema de educación en el país se debe atender, ya que las habilidades socioemocionales de los adultos son desarrolladas desde la infancia, y si estas no están, ¿qué se espera para el futuro?
Y concluyeron en que se deben “dirigir esfuerzos para combatir la pérdida de aprendizajes y priorizar políticas públicas para atender las desigualdades educativas, el abandono escolar, se brinden mejores oportunidades laborales y se atienda el sesgo de género desde las infancias.