Plagio: ¿detiene la innovación?

Este hecho puede tener un impacto en el desarrollo tanto de personas como de empresas y del propio país

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 .  (Foto: iStock)

Durante los últimos meses ha despertado mucha inquietud la situación que rodea a una de las integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues se le ha señalado que no es la autora original de las tesis que ha presentado en diferentes grados académicos en diversas universidades.

El término “plagio” suele ser contundente y ligarse cotidianamente con una conducta delictiva como el “robo”. No obstante, reviste ciertas peculiaridades que lo hacen distinto y único en cuanto a sus repercusiones. 

Dentro del sistema normativo mexicano se relaciona con el ámbito de la propiedad intelectual, aunque su tratamiento a nivel práctico se ha limitado mucho a los nichos académicos. 

Las consecuencias de este hecho no se dimensionan adecuadamente, justo porque parece que es un tema lejano o banal para ciertos sectores. Por ello, es que a continuación el maestro Jesús Edmundo Coronado Contreras, coordinador editorial de las áreas de Fiscal, Jurídico Corporativo y Comercio Exterior de IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral; coordinador de la comisión de Derecho Penal
Internacional del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México A.C.; socio de Derecho Penal Internacional de la firma JMJ Partners & Lawyers y director de publicaciones de Bosch México y miembro del consejo editorial de su revista Praxis Legal, reflexiona sobre las implicaciones que tiene el plagio tanto a nivel individual como colectivo.

Contexto

El reconocido escritor, pintor y físico argentino, Ernesto Sábato afirmaba que “ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás”. Una frase contundente que alude a esa creatividad que tienen ciertos seres humanos en múltiples campos y que son una muestra de la innovación.

La sociedad ha subsistido en gran medida en este planeta gracias a la innovación de sus integrantes. El ingenio y la inventiva son vocablos que se emparejan con avances en campos como la ciencia y la tecnología, pero que si se hace un recuento histórico son características intrínsecas del humano. 

La introducción de nuevos mecanismos, instrumentos y demás ha facilitado los muy variados aspectos de la existencia humana. Desde la llegada de la rueda o el fuego hasta los más recientes dispositivos que facilitan la comunicación son una muestra de la capacidad intelectual de las personas. 

Es innegable el factor de que no todos los seres humanos cuentan con el mismo nivel de creatividad; ese talento en determinadas funciones o vertientes puede potencializarse o disminuirse por una serie de cuestiones. Sin embargo, cuando esa creatividad es reconocida y alentada, esta va acompañada de periodos de prosperidad y de avance. Cuando esa originalidad es castigada o ignorada es que se puede sostener que estamos en épocas de crisis.

La Edad Media se asocia como un periodo de “oscuridad” y de retraso para la humanidad, debido al crecimiento del feudalismo, pero el historiador francés Robert Fossier sostiene que ese lapso no
es muy diferente y que el ser humano no ha cambiado mucho desde entonces. 

Un famoso adagio indica que “en tierra de ciegos, el tuerto es rey”, aplicable a cuando un contexto no es favorable por una ausencia, “contar con algo”, aunque sea “poco” ya lo hace “destacable”. En México, también se emplea una frase similar, en sentido peyorativo en muchas ocasiones, “peor es nada”. 

La innovación es un motor que fomenta y facilita el desarrollo. Aquellos países o regiones (aunque también aplica a personas jurídicas) que brindan los elementos necesarios para que esa innovación continue son las que mejores resultados tienen. 

Ante esto es que el panorama, al menos en México es poco alentador de esa innovación. La generación de ideas parece haber entrado en un periodo de pausa. Los alicientes, tanto en el sector público como en el privado no motivan a que las personas se animen a entrar dentro del proceso de innovación, que también es un riesgo. 

El sociólogo británico Anthony Giddens afirmaba que el riesgo es la dinámica civilizadora que impulsa al ser humano a mejorar. Sin este grandes descubrimientos no se hubiesen gestado y beneficiado a la humanidad. Aunque se vincula al riesgo con el peligro, es innegable que sin este la existencia humana se habría visto comprometida.

El talento debe encontrar canales donde es alentado, promovido, reconocido y premiado. Cuatro factores que se ven en un entredicho cuando ante ellos permea el plagio. Un fenómeno que merma el proceso de innovación y genera un estancamiento creativo e indirectamente compromete el desarrollo.  

Contradicción

A nivel global persiste un contrasentido que cotidianamente se verifica y es imperceptible en la mayoría de los escenarios porque a las personas suele agradarles la innovación, la producción de nuevas ideas y la introducción de novedosos instrumentos y mecanismos, pero no le gusta el costo de estos.

La generación de una idea pareciera ser un hecho sencillo o simple. No obstante, que sea simple no quiere decir que no revista importancia. El proceso de innovación puede llevarlo a cabo cualquiera, aunque ello no se traduce en que cualquiera logre hacerlo del mismo modo o con resultados similares. 

Existe una combinación de múltiples factores que son los que permiten que ese proceso parezca simple o sencillo. No siempre esa combinación se gesta. El precio de la originalidad se incrementa cuando esa combinación de factores se da en escenarios adversos y poco alentadores para los creadores. 

Una buena idea la puede tener cualquier individuo, pero la mente no funciona igual para todos, cada ser humano cuenta con cierto talento que debe canalizarse en dirección a donde pueda encontrar un desarrollo óptimo y alcanzar su máximo potencial. 

Las áreas del conocimiento son muy vastas, entre ciencias y artes, cada disciplina despierta un interés particular para las personas quienes se adentran en ellas y van aportando su talento en determinado sentido para abonar en su crecimiento. Ello es lo que facilita que las ciencias y las artes conlleven a la supervivencia y prosperidad humana. 

Cuando los incentivos y alicientes son escasos es que la innovación se torna costosa y al presentarse su valor se incrementa siendo desde la vertiente comercial poco atractiva para un consumidor. 

Las personas siempre desean que se implemente algún nuevo dispositivo o mecanismo que facilite cierto aspecto de su existencia, pero para que esas mejoras vayan siendo más y se introduzcan con mayor frecuencia debe incentivarse la innovación para que sea más accesible. 

Por ello, es que si no se desea caer en ese contrasentido debe fomentarse el proceso innovador y eso incluye sancionar aquellas conductas contrarias a reconocer y alentar ese talento bien encausado.

Competencia

Otro factor que facilita la producción adecuada del talento es la competencia, ya que esta genera una rivalidad correcta para alentar la generación de nuevos mecanismos, productos y demás. 

Pero para el establecimiento de esa competencia se requiere que sea atractiva la inversión en la innovación y ese aspecto se logra mediante el reconocimiento de esas ideas que son el punto de partida de la innovación.

El reconocimiento atrae también que más actores se involucren e incursionen en áreas que lleven a la producción de herramientas o instrumentos que simplifiquen las labores del ser humano o que permitan su sobrevivencia. 

La competencia resulta benéfica para el consumidor porque le brinda alternativas para cubrir diversas expectativas, funciones o gustos. La variedad de opciones es un aliciente y lleva a que el desarrollo sea más acelerado. 

Desde el punto económico es un medio ideal para que aparezcan nuevos negocios y la generación de fuentes de empleo aumente. Las empresas deben ver en esto un nicho de oportunidad para que sus ingresos aumenten. 

Constancia

Es en este apartado donde se verifica la necesidad de las ciencias jurídicas, toda vez que ese reconocimiento al gestor de esa idea debe ser protegido, y esa protección debe constar de cierta manera. Es ahí que se requiere de la intervención del derecho, especialmente lo que se conoce como la propiedad intelectual. 

Una rama jurídica cuyo objetivo es proteger la innovación y que desafortunadamente parece todavía ser una vertiente jurídica nueva, cuando ya tiene un amplio recorrido, no solo México, sino a nivel mundial. Que tiene una vitalidad excepcional justamente por los bienes jurídicos que pretende resguardar. 

Existe una vieja frase que señala que “honor a quien honor merecer”, alusiva para otorgar reconocimiento a quienes realizaron alguna labor o acto, muy común especialmente en ámbitos militares. Pero es aplicable a este contexto porque el ente generador de la innovación demanda ser reconocido por su aportación. 

En países donde la propiedad intelectual cuenta con un marco normativo estricto, son aquellos que se denominan primer mundo o avanzados. Todo porque han encontrado en el respeto a los derechos de propiedad intelectual una vertiente atractiva tanto económica como para el desarrollo. 

Complicidad

No obstante, están otras regiones del planeta donde las garantías de protección para la propiedad intelectual son nulas, escasas o poco efectivas. Son
países donde prospera la complicidad del comercio ilícito. Zonas en las que estructuras delictivas generan mayores ganancias que aquellas corporaciones con objeto y actividades lícitas.

Ese desequilibrio entre el comercio lícito e ilícito si bien no afecta del todo el funcionamiento económico, sí empareja otros perjuicios como es el deficiente desarrollo, ya que no es lo mismo que el sistema financiero opere mediante operaciones lícitas que ilícitas. Si es más redituable cometer delitos que llevar a cabo hechos lícitos, lo que se genera es una repercusión en el desarrollo, pues los delitos tienen consecuencias severas porque por algo esos hechos reciben ese tratamiento de actividades ilegales, sus repercusiones afectan el adecuado funcionamiento de la sociedad.

En un sitio donde se verifican delitos contra la propiedad intelectual difícilmente la innovación encontrará un contexto donde se permita su desarrollo. Delitos como la piratería, falsificación y plagio tienen un impacto no solamente en los creadores, sino en la sociedad en su conjunto. 

Además, son delitos a los que no se dimensionan sus alcances y que tristemente es en el público en general donde muchas ocasiones se localizan singulares cómplices en su ejecución. 

En los casos de piratería y falsificación, pese a ser delitos, las personas adquieren esos productos, siendo un mecanismo para fomentar que la delincuencia organizada vea en ellos un atractivo comercial. Resultan redituables porque existen bastantes consumidores. Los delitos contra la propiedad intelectual son raramente perseguidos y sancionados.

La mezcla de normativas de la materia y del ramo penal tampoco simplifican la efectividad. Pues se deben conjuntar la Ley Federal del Derecho de Autor y el Código Penal Federal (CPF) y encontrar especialistas en ambos campos es todavía más extraño.

Sin embargo, la legislación se centra en lo que sería el mundo editorial y son escasas las denuncias. El plagio está tipificado en el CPF en el artículo 427 que indica que se impondrá prisión de seis meses a seis años y de 300 a tres mil días multa, a quien publique a sabiendas una obra sustituyendo el nombre del autor por otro nombre.

No obstante, por su naturaleza el plagio parece limitarse más al ámbito académico, especialmente el de nivel universitario. Justo en este punto es que se verifica esa complicidad porque al igual que con la piratería y falsificación, también el plagio se ha tornado en una práctica, si bien no aplaudida, sí permitida e incluso consentida por autoridades de esos ámbitos.

El ser humano tiene una tendencia hacia lo fácil, sencillo o simple. Y es ahí donde el plagio adquiere su atractivo, porque es más fácil adueñarse de lo que han hecho otros que hacerlo nosotros mismos. 

La apropiación de esa idea o en general innovación, de un tercero, cuando realmente no fue generada, es de los primeros estragos que genera este fenómeno porque afecta en el reconocimiento del autor originario. 

El famoso crédito autoral es indispensable y debe respetarse porque además va vinculado con alguna retribución (poca o mucha); pese a que el factor económico puede incidir, no es el indispensable y depende de la cuestión del reconocimiento. También el plagio desata una competencia desleal, ya que ese robo de talento no genera un piso parejo y desalienta la investigación y produce además un grave daño reputacional.


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 .  (Foto: IDConline)


¿Confusión o solución?

La introducción de la tecnología ha facilitado diversos aspectos de la vida humana y eso aplica tanto para quienes lo utilizan con fines positivos como negativos. Mecanismos como el copy-paste han llevado a la potencialización de los casos de plagio. La tecnología no reconoce entre bien y mal, pero ha sido empleada recientemente para fines ilícitos. 

El plagio se ha tornado en una práctica recurrente en los nichos académicos, en diferentes universidades e instituciones. Recientemente ha despertado mucha controversia el hecho de que una persona que integra el más alto tribunal mexicano incurrió en esa práctica tanto a nivel licenciatura como en posgrado, en diferentes universidades. 

Más allá de ese caso mediático y el posible inconsistente desenlace que tenga, este debe despertar las alarmas sobre las implicaciones de este fenómeno que demuestra la pésima situación educativa que existe en México, porque tanto estudiantes como docentes desconocen o ignoran lo que significa el plagio. 

Se trata de una severa ausencia de ética profesional cuando con conocimiento de esta situación no se implementan medidas correctivas. 

Ese desconocimiento o ignorancia demuestran porque el desarrollo, al menos en el ámbito jurídico, es cada día más escaso en nuestro país. 

La falta de innovación y la deficiente investigación son los símbolos de como el plagio es una práctica frecuente.

Es indispensable mejorar el sector académico porque desde la docencia existe mucha confusión sobre escenarios en los que se está frente de un plagio y en cuáles no. 

Los sistemas de referencia y citado no son acatados correcta y estrictamente, ni por ellos, ni por muchos de sus estudiantes o asistentes. Eso no significa que en México, no se cuente con investigadores o académicos de gran nivel y/o prestigio, pero tristemente son la minoría.

Comentarios finales

El plagio es un fenómeno silencioso que debe ser dimensionado y atacado correctamente. Requiere de un gran esfuerzo por parte de todos, pero el beneficio de su erradicación es mayor al de su existencia. 

La tecnología ha permitido que los plagios aumenten, pero esta también debería ser una herramienta para detectarlo y sancionarlo. Hay varias opciones como es el uso de sistemas de identificación de coincidencias o similitudes, la creación de repositorios o bancos de información de las investigaciones.

Se trata de una inversión, que es indispensable para fomentar un adecuado desarrollo. La introducción de sistemas de certificación y verificación son igualmente alternativas viables para prevenir este hecho. 

Finalmente, es necesario reforzar la legislación para que el fenómeno delictivo sea tratado adecuadamente, porque en este momento ni siquiera se incluye su nombre dentro del tipo penal.