Mexicanos, ¿sin educación y salud?

En contraste con el impacto de los ingresos en la pobreza, las carencias sociales muestran serios retrocesos entre 2018 y 2022

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 .  (Foto: iStock)

De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) los recientes resultados de Coneval respecto a la evolución de la pobreza y las carencias sociales, evidencian la necesidad de que haya mejor capacitación y servicios de salud.

“Lo aconsejable es que a futuro los programas sociales avancen con educación útil para el progreso de las personas, con salud adecuada para todos, con más productividad y con verdaderas oportunidades de movilidad social”, destacó el centro 

Advirtió que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) evidenció que el rezago educativo aumentó en 1.6 millones, el acceso a alimentación nutritiva y de calidad bajó en 4.1 millones y, notoriamente, la población que se quedó sin acceso a servicios de salud -o cobertura de salud pública- aumentó en 30.3 millones; la carencia de este servicio pasó del 16.2% a 39.1%.


¿Realmente hay menos pobreza?


El CEESP indicó que el resultado más relevante y llamativo es que el número de personas en situación de pobreza se redujo sensiblemente, en 5.1 millones, al pasar de 51.9 a 46.8 millones entre 2018 y 2022. Sin duda, esto se puede interpretar justamente como un hecho positivo. 

Pero, agregó, conviene analizar las posibles causas y detalles de este resultado general. Primero, el Coneval divide la pobreza entre moderada y extrema, y la reducción del número de pobres se concentra en la moderada (5.5 millones) mientras que la pobreza extrema aumentó en 0.4 millones (de 8.4 a 9.1 millones).

Detalló que el factor principal que causó estos cambios fue el ingreso. La población en pobreza por motivo de ingresos se redujo en 5.7 millones. La fracción en pobreza extrema bajó en 1.8 millones. 

“Se puede intuir que las causas de estas mejoras son los incrementos del salario mínimo, que acumulan 90% en términos reales en lo que va de la administración, y el impacto de los programas sociales con transferencias de ingresos sin condiciones a la población”, puntualizó. 

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 .  (Foto: Cortesía IMSS)


Añadió que en contraste con el impacto de los ingresos en la pobreza, las carencias sociales muestran serios retrocesos entre 2018 y 2022. El número de personas con al menos tres de las seis carencias que define el Coneval se elevó considerablemente, en 7.1 millones, para llegar a 32 millones o más de 28% respecto a 2018.

“La menor pobreza junto a las mayores carencias sociales es muestra clara de la preferencia del gobierno por las transferencias en efectivo a la población, prácticamente como dádivas sin condiciones, por encima de los servicios sociales que por la ley privilegia”, subrayó. 

Al respecto, señaló que la estrategia del gobierno no beneficia necesariamente a los más pobres. Por ejemplo, el gasto en salud de los hogares del decil más bajo de ingresos creció 90% en términos reales entre 2018 y 2022, lo que está necesariamente relacionado con un manejo deficiente del sector salud.

Abundó que el deterioro de los servicios públicos sociales, o el aumento de las carencias, entre 2018 y 2022 desafortunadamente se concentra en las áreas de formación de capital humano: educación, alimentación y salud

“Si no se revierte rápidamente el deterioro en materia de carencias sociales, que hace más vulnerable a la población, el impacto en el ingreso futuro de los hogares y en el desempeño de la economía serán nocivo”, concluyó.