Las criptomonedas han emergido sin precedentes, captando la atención del mundo entero. Desde Bitcoin hasta una creciente diversidad de monedas digitales, las criptomonedas están transformando la manera en que se concibe y gestiona el valor y las transacciones financieras. En esta ocasión, IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral entrevistó al maestro Ricardo Cacho García, socio Fundador del despacho legal FIRMARC, para explorar los beneficios y riesgos que estos activos digitales representan. Además, se examinará el marco regulatorio actual y los desafíos que enfrenta este emergente sector en México.
¿Qué son las criptomonedas?
Las criptomonedas representan una solución tecnológica a una serie de problemas contemporáneos, abordando aspectos sociales, económicos y legales de utilidad global. Inicialmente, se concibieron como representaciones de valor digital como método de pago, operando en línea; sin embargo, su definición ha ido evolucionando rápidamente debido al progreso tecnológico, otorgándole múltiples funciones.
Estas representaciones de valor permiten pagos descentralizados universales a través de un protocolo de software abierto. Esto posibilita la participación de individuos desde cualquier lugar del mundo en el funcionamiento de dicho protocolo y en la realización de diversas transacciones.
Además de su función principal como medio de intercambio, las criptomonedas se utilizan en otros mecanismos económicos, como la recaudación de fondos, optimización de procesos o distribución de capital. Su versatilidad las convierte en una herramienta crucial en la operación de la economía global.
¿Qué vínculo tienen con el blockchain?
El blockchain y las criptomonedas están íntimamente relacionadas.
El blockchain es una cadena de bloques que registra transacciones o información y juega un papel fundamental en la acreditación de los montos de las criptomonedas distribuidas globalmente.
Es esencial entender que existe una interdependencia entre ambos conceptos. Para que una criptomoneda sea auténtica y funcione efectivamente, debe de estar respaldada por un blockchain. A su vez, un blockchain encuentra su razón de ser en la existencia de criptomonedas, ya que estas proporcionan el incentivo necesario para recompensar a los validadores del sistema de bloques.
Un blockchain opera gracias a la colaboración de miles de validadores que garantizan la seguridad y la inalterabilidad de los bloques que contienen transacciones de criptomonedas. Ahora bien, es importante resaltar que el blockchain no se limita solo a registrar transacciones de criptomonedas; también almacena contratos inteligentes (que se ejecutan de forma automática) y otro tipo de información, como documentos legales y registros de eventos relevantes.
En resumen, se trata de un funcionamiento recíproco: el blockchain sirve como la base que permite que las criptomonedas funcionen de manera descentralizada e inmutable, mientras que las criptomonedas recompensan a los validadores del blockchain, lo que mantiene en marcha el protocolo y asegura su integridad.
¿La regulación de las criptomonedas en México es adecuada?
La regulación de las criptomonedas en México es un tema que ha generado opiniones diversas. Actualmente, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) establece algunas bases reguladoras para los activos virtuales, como las criptomonedas, pero ha provocado ciertas críticas y desafíos.
La Ley FIntech regula principalmente dos tipos de entidades: instituciones de financiamiento colectivo e instituciones de fondo de pago electrónico.
En el contexto de esas dos entidades, se establecen reglas para las operaciones con activos virtuales. Además, la ley condiciona la autorización de estas entidades a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y requiere la aprobación del Banco de México (Banxico) para operar con activos virtuales- y la emisión de reglas por parte de este banco.
Uno de los principales puntos de debate es si esta regulación, que involucra la autorización de un banco central, es adecuada para las criptomonedas, que se basan en la descentralización y en la independencia de las autoridades financieras tradicionales. Esto ha llevado a que algunas actividades relacionadas con las criptomonedas queden en el limbo legal debido a la ausencia de reglas por parte de Banxico.
En cuanto a la regulación de las transacciones individuales con criptomonedas, la ley no establece restricciones específicas sobre quién debe aceptarlas, dejando cierta libertad a los ciudadanos en este aspecto.
En el contexto de lavado de dinero, las entidades que operan con criptomonedas en beneficio de terceros están sujetas a regulaciones en México. Estas regulaciones son aplicables a las fintech, por ser entidades financieras, y, como tal, deben cumplir con requisitos específicos, incluyendo la presentación de informes y procedimientos relacionados con la prevención de este delito. Sin embargo, las empresas que operan con activos virtuales (al público de México) no han sido autorizadas en este país, como fintechs, para operar con activos virtuales y, por lo tanto, buscan regulación en otro país (en donde sí hay normas claras y favorables para intermediar con activos virtuales). Entonces, las empresas que en este sentido atienden al público en México deben cumplir con medidas anti-lavado, con base en la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI), que regula actividades vulnerables al lavado de dinero, fuera del sistema financiero.
Las omisiones regulatorias de Banxico han ocasionado estas configuraciones empresariales híbridas que implican una cierta regulación en otros países, para conducir operaciones con el público, y una cierta regulación en México, para fines de lavado. Desafortunadamente, toda esta situación se traduce en incertidumbre jurídica para las partes involucradas. Ni están autorizadas las fintech mexicanas para operar con criptomonedas, ni están prohibidas las fintech extranjeras para operar con criptomonedas en México. Esto solo estimula inversión en otros países, en lugar de México, y deja al público en este país en manos de la regulación de otro Estado.
Por otro lado, es relevante mencionar que en México actualmente no existe una regulación tributaria específica para las criptomonedas. Esto también genera incertidumbre y complejidad en cuanto a cómo deben tributar. Aunque se puede argumentar que el mecanismo de tributación está implícito en materia de ingresos para cualquiera que incremente su patrimonio, la falta de disposiciones claras y específicas dificulta la interpretación de cada caso y cada vicisitud en sus operaciones, por lo tanto, incide en la seguridad jurídica de los mexicanos. Las criptomonedas tienen una naturaleza multifacética y pueden desempeñar diversos roles: como monedas, vehículos de inversión, contratos inteligentes, plataformas descentralizadas de liquidez, entre otros.
Dada esta diversidad, la creación de un régimen tributario específico para las criptomonedas es necesario para proporcionar claridad y establecer pautas fiscales adecuadas.
En conclusión, la regulación de las criptomonedas en México es un tema que plantea desafíos. Las opiniones varían sobre si el marco legal actual es adecuado o si debe adaptarse para abordar de manera más efectiva la naturaleza descentralizada de las criptomonedas.
¿Es posible contratar y fijar un pago en criptomonedas o liquidar operaciones con ellas en México y en el mundo?
Sí, es posible contratar y fijar un pago en criptomonedas o liquidar operaciones con ellas en México y en la mayoría del mundo. Esto se debe a que el uso de criptomonedas para operaciones comerciales y transacciones es un asunto de acuerdo voluntario entre las partes involucradas.
En la mayoría de los países, incluyendo México, no existe una prohibición explícita para realizar transacciones con criptomonedas. Sin embargo, es importante destacar que la regulación y la percepción de las criptomonedas pueden variar de un país a otro, y las leyes pueden cambiar con el tiempo. Lo que más se regula en la mayoría de los países es la intermediación de criptomonedas con el público en general.
¿Cuáles son los principales beneficios de las criptomonedas?
Los beneficios de las criptomonedas son ilimitados, tales como los siguientes:
digitalización: al ser digitales, las criptomonedas eliminan la necesidad de manejar dinero físico, evitando preocupaciones como la pérdida o el robo de efectivo
fraccionabilidad: a diferencia de las monedas y billetes físicos, las criptomonedas son altamente fraccionables, lo que permite transacciones con precisiones de hasta 10 o más fracciones de dígitos, dependiendo de la criptomoneda
rapidez: las transacciones con criptomonedas suelen ser inmediatas o se completan en segundos o minutos, en contraste con los sistemas tradicionales que pueden requerir múltiples intermediarios y ser mucho más lentos
descentralización: la ausencia de una entidad central que controle las criptomonedas evita la manipulación y garantiza su integridad, a diferencia de las monedas tradicionales sujetas a cuestionables políticas gubernamentales y decisiones unilaterales de bancos centrales
inmunidad a la inflación: las criptomonedas no están sujetas a las fluctuaciones causadas por la impresión descontrolada de moneda, lo que las protege de la inflación y la devaluación forzada por gobiernos o bancos centrales
potencial de valor: a medida que aumenta la demanda, el valor de las criptomonedas tiende a crecer, lo que puede ser beneficioso para sus poseedores, siempre que la demanda se mantenga, y
programabilidad: las criptomonedas pueden programarse para ejecutar acuerdos automáticamente, reduciendo costos y mitigando riesgos relacionados cuando depende de la voluntad humana que se realice o no una transacción ya acordada
¿Cuáles son los principales riesgos que conllevan las criptomonedas?
Las criptomonedas conllevan algunos riesgos que es importante tener en cuenta:
riesgo de demanda: la aceptación y valor de una criptomoneda dependen de su demanda por parte de la comunidad. Si nadie quiere usar o poseer la criptomoneda que tienes, su valor podría disminuir. Cabe destacar que el riesgo de demanda no es exclusivo de las criptomonedas, se aplica a todas las monedas, incluyendo las tradicionales;
sin embargo, las monedas tradicionales a menudo tienen la ventaja de ser de curso legal, lo que significa que la ley exige su aceptación en las transacciones y pagos. Esto garantiza una demanda básica, ya que la mayoría de la población debe utilizar estas monedas para actividades como el pago de salarios, impuestos y transacciones gubernamentales.No obstante, incluso con esta demanda obligatoria, las personas pueden preferir utilizar monedas extranjeras, como el dólar o el euro, si tienen más confianza en su estabilidad y valor. La inflación y la emisión excesiva de moneda por parte de los bancos centrales pueden erosionar la confianza en una moneda tradicional, lo que lleva a que la gente busque alternativas más sólidas
riesgo de centralización: si una criptomoneda no es lo suficientemente descentralizada, existe la posibilidad de que agentes corruptos puedan alterar su integridad y seguridad. La descentralización es esencial para la seguridad de la red
riesgo de programación: la preprogramación de una criptomoneda puede ser beneficiosa, pero también conlleva riesgos. Errores en la programación o cambios en las circunstancias pueden llevar a problemas inesperados en el funcionamiento de un acuerdo. Así, la programación de una criptomoneda debe ser cuidadosamente diseñada y revisada para minimizar riesgos y garantizar su estabilidad a largo plazo. La capacidad de modificar el código subyacente, cuando sea necesario y con el consentimiento adecuado, puede ayudar a abordar problemas y adaptarse a las cambiantes condiciones
riesgo de inflación indirecta: dado que existen muchas criptomonedas, puede haber un efecto de inflación indirecta a medida que se crean más monedas con funciones similares. Esto puede generar confusión para los usuarios y complicar la elección de cuál usar o en cuál invertir
riesgo de desconocimiento: dado que las criptomonedas son una tecnología relativamente nueva, hay riesgos asociados con la falta de comprensión general y la posibilidad de manipulación del mercado debido a la ignorancia o la inexperiencia de los inversores
riesgo de seguridad cibernética: si no se cuidan adecuadamente las contraseñas y la seguridad de las carteras de criptomonedas, existe el riesgo de que los ciberdelincuentes las roben mediante técnicas como el phishing o ataques cibernéticos, lo que puede resultar en la pérdida de activos digitales, e
incertidumbre legal: la falta de regulación y claridad legal en algunos países, como México, puede afectar la adopción y el desarrollo de las criptomonedas. La incertidumbre en torno a las leyes y regulaciones puede limitar su uso generalizado
¿Son susceptibles de utilizarse para el lavado de dinero? ¿Tiene una regulación en ese sentido?
Es crucial reconocer que las criptomonedas, como cualquier forma de valor, pueden ser susceptibles de utilizarse para el lavado de dinero y actividades ilegales. En México, estas preocupaciones han llevado a la regulación de las entidades que operan con criptomonedas con el público en general, de manera habitual y profesional. Esta regulación se basa en la LFPIORPI, que identifica a estas entidades como actividades vulnerables. Internacionalmente, el Grupo de Acción Financiera (GAFI) ha emitido recomendaciones y guías al respecto. Es importante destacar que, aunque existe una regulación, un porcentaje muy bajo del uso de criptomonedas (1 %) se destina a actividades delictivas o lavado de dinero.
Para prevenir el lavado de dinero a través de activos virtuales, las regulaciones exigen que las entidades que fungen como intermediarias para el intercambio de criptomonedas implementen medidas de cumplimiento, como la identificación de clientes, el mantenimiento de expedientes actualizados, la identificación de beneficiarios finales de transacciones y la presentación de informes de operaciones sospechosas a las autoridades financieras. Estas medidas se asemejan a las prácticas utilizadas en el sistema financiero tradicional para combatir el lavado de dinero.
La regulación de las criptomonedas con fines de prevención del lavado de dinero es una parte esencial para garantizar la integridad del sistema financiero y protegerlo de actividades ilegales. Además, esta regulación se alinea con las directrices de organismos internacionales en la lucha contra el blanqueo de activos.
Finalmente, es importante enfatizar que la tecnología blockchain permite que todas las transacciones realizadas con criptomonedas sean rastreables en internet; sobre todo, a través de programas computacionales especialmente construidos para facilitar dicho rastreo, como Chainalysis, el lider mundial al respecto.
¿Cuáles son los principales desafíos que tienen?
Los desafíos en el mundo de las criptomonedas son variados y es importante abordarlos de manera integral. En primer lugar, la tecnología subyacente de las criptomonedas es compleja y no es fácilmente comprensible para la mayoría de las personas. Es un desafío lograr que las criptomonedas sean más accesibles y comprensibles, similar a la manera en que el internet se ha vuelto parte de nuestra vida cotidiana, a pesar de que su complejidad intrínseca y el funcionamiento técnico que implica sea manejable únicamente por expertos. Como el internet, mientras las criptomonedas se traduzcan en soluciones prácticas para sus usuarios, irá incrementando su adopción.
Además, existen numerosos proyectos de ‘criptomonedas’ que pueden ser fraudulentos o ineficaces, y la presencia de individuos con intenciones negativas puede perjudicar la reputación de todo el ecosistema. Es esencial purgar el espacio de criptomonedas de proyectos inviables y de actores perjudiciales.
La regulación también representa un desafío significativo en muchos países. Es necesario encontrar un equilibrio entre fomentar la innovación y proteger a los inversores y consumidores. La falta de claridad en las reglas puede ser un obstáculo para la adopción y la inversión en este campo.
Otro reto crucial, en torno a la prevención del lavado de dinero, es identificar a los responsables de las transacciones en criptomonedas, a pesar de que las transacciones son transparentes en la cadena de bloques; conocer la identidad real de las personas físicas detrás de las transacciones es un elemento clave para responsabilizar actos ilícitos.
Mejorar los mecanismos de investigación es esencial para abordar este problema; sobre todo, en el sector público, en donde muchos países carecen de capacitación y conocimiento en la materia.
En cuanto a la fiscalidad, establecer un régimen fiscal adecuado para las criptomonedas es complejo. Se debe lograr un equilibrio entre la recaudación de impuestos y la eficiencia de las transacciones. La automatización de los pagos de impuestos a través de contratos inteligentes es una idea interesante, pero su implementación conlleva desafíos técnicos y legales en este momento de su desarrollo.
Por último, la educación sobre las criptomonedas es esencial para que las personas puedan comprender y utilizar esta tecnología de manera segura y efectiva. Fomentar la conciencia pública sobre los riesgos y beneficios de las criptomonedas es un desafío constante.
Mi recomendación es involucrarse en este espacio, para capitalizar la evolución de una tecnología tan fascinante. Representa una oportunidad positiva en distintas ramas profesionales y económicas. El día de mañana será parte de nuestra realidad.