Responsabilidad social activa: el voluntariado como estrategia empresarial

Actualmente el 79% de las empresas europeas cuenta con programas de Voluntariado Corporativo, mientras que, en América, el 87% de las empresas lo implementa

El 5 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Voluntariado, una fecha que va más allá de la generosidad individual para adentrarse en el ámbito estratégico de la responsabilidad corporativa. En la actualidad empresarial, el voluntariado corporativo no solo transforma comunidades, sino que también redefine el papel de las empresas en la sociedad.

En un contexto donde la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial son pilares fundamentales, las firmas tienen la posibilidad de posicionarse como líderes en la integración del voluntariado en su estrategia empresarial. Sin embargo, no sólo se trata de cumplir con una cuota de responsabilidad social, sino de reconocer la capacidad transformadora que las empresas tienen en las comunidades donde operan.

Las cifras respaldan la relevancia del voluntariado corporativo. Según el Informe Mundial sobre el Desarrollo del Voluntariado de las Naciones Unidas, más de mil millones de personas participan como voluntarios en todo el mundo. Estos números revelan no sólo la magnitud y potencial del voluntariado, sino también la oportunidad estratégica para las empresas de ser agentes activos en la construcción de un futuro sostenible.

De acuerdo con Voluntare, la mayor red de voluntariado de habla hispana, actualmente el 79% de las empresas europeas cuenta con programas de Voluntariado Corporativo, mientras que, en América, el 87% de las empresas lo implementa. Incluso, cabe señalar que el 95% de las empresas que actualmente no dispone de un plan de Voluntariado Corporativo se muestra interesado en desarrollarlo.

En el ámbito financiero, la conexión entre el voluntariado corporativo y el éxito a largo plazo se fundamenta en una dinámica donde la responsabilidad social se convierte en una inversión estratégica. De acuerdo con el MSCI World SRI, un índice compuesto por empresas socialmente responsables, muestra un diferencial de rentabilidad del 0.95% a favor del índice o criterios ESG (environmental, social and governance) y a 10 años sigue siendo positivo en un 0.06% si se compara con el MSCI World. 

Las empresas que incorporan iniciativas de responsabilidad social no solo construyen una buena reputación, sino que también generan una relación positiva entre el desempeño financiero y la responsabilidad social empresarial (RSE) por lo que la inversión social también es potencialmente una inversión destinada a la estabilidad y la prosperidad a largo plazo.

Otra de las razones por la cual se recomienda invertir en el voluntariado es la reputación de marca o brand loyalty. En un mundo en donde la reputación de una empresa es un activo invaluable para los negocios, la incorporación de iniciativas de voluntariado o RSE crea una imagen positiva y demuestra un compromiso con el bienestar de los consumidores. En el sector financiero, donde la confianza es esencial, esta reputación positiva se traduce en un respaldo sólido por parte de clientes e inversores.

Un estudio hecho por Unilever a nivel mundial mostró que 33% de los consumidores prefiere comprar productos de marcas que hacen un bien social o ambiental. Incluso, la lealtad de marca es un factor económico importante para el éxito comercial ya que según Harvard Business Review, atraer a un nuevo cliente puede resultar hasta 25 veces más caro que retener a los que ya te compran, especialmente, si se realiza una inversión social que impacta directamente a los consumidores. 

Clientes leales y comprometidos son el resultado natural de empresas que demuestran su responsabilidad social. Cuando los consumidores perciben que una empresa busca más que los beneficios financieros y contribuye al bienestar de la comunidad, se establece una conexión emocional. Este vínculo va más allá de la transacción comercial; se convierte en una relación a largo plazo basada en valores compartidos y propósitos comunes.

La lealtad del cliente no es el único beneficio. Los inversores también valoran significativamente las prácticas de responsabilidad social. Las empresas que integran el voluntariado corporativo y otras iniciativas sociales tienden a ser consideradas inversiones más sólidas y éticas. 

En los últimos años, la Inversión Socialmente Responsable (ISR) ha ganado popularidad entre aquellos que invierten en empresas que buscan el rendimiento financiero, pero que también contribuyen al bienestar social. Según un estudio de la empresa líder mundial de datos, insights y consultoría, Kantar, un 64% de los inversores están dispuestos a invertir una parte de sus ahorros en fondos ISR.

La ISR es importante para los inversores y también puede ser beneficiosa para las empresas. Según un estudio de la Escuela de Negocios de Harvard, las empresas que adoptan prácticas de responsabilidad social tienen un 55% menos de probabilidades de experimentar una disminución en el precio de sus acciones. Además, las empresas que se centran en acciones de voluntariado pueden atraer a más clientes y empleados, lo que puede mejorar su reputación y su capacidad para atraer y retener talento. 

La inversión en la comunidad es más que un acto altruista; es una estrategia que contribuye a la estabilidad y prosperidad a largo plazo, formando así un círculo virtuoso:  Las comunidades fuertes y prósperas crean entornos propicios para el desarrollo de negocios sostenibles, en donde la mejora de la calidad de vida beneficia a los residentes locales y crea un entorno favorable para el crecimiento económico y la expansión empresarial.

En la organización que lidero trabajamos con pasión y franqueza para reforzar el liderazgo de impacto, orientado a la acción con responsabilidad, con nuestros clientes, colaboradores, comunidad y demás públicos con los que nos relacionamos. Al fomentar la participación, la empresa fortalece un modelo de impacto colectivo para mejorar la vida en el hogar y crear comunidades prósperas.

Este día internacional del voluntariado, insto a las empresas a considerar el voluntariado como una estrategia integral y no como un complemento ocasional. La empresa que represento tiene una posición de liderazgo en el sector de la fabricación de electrodomésticos de cocina y lavandería, y a través de nuestras acciones demostramos que la sostenibilidad y el éxito financiero están intrínsecamente interconectados.


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