ODS: Una hoja de ruta para la transformación del modelo de negocio empresarial

Las empresas que no asuman un rol activo en atender los riesgos climáticos y las implicaciones sociales de su entorno, podrían comprometer su permanencia para la siguiente década.

La crisis por COVID-19 logró que se profundizaran, sobre todo en las regiones de América Latina y El Caribe, las condiciones de desigualdad social que ya representaban un desafío para gobiernos, sociedad civil e iniciativa privada. Este escenario provocó que la velocidad de recuperación no fuera la misma para todos, dejando a muchos en el rezago. Esto es parte de las conclusiones del estudio “Las Empresas Mexicanas por la Agenda 2030 en la década de acción”, realizado por Pacto Global Red México, de Naciones Unidas.

En el mismo estudio se menciona que en esta labor de recuperación y previsión ante futuras crisis –sean o no de salud–, el papel de las empresas es fundamental para no solo hacer frente a los retos del corto plazo, sino del mediano y largo plazo. Y para lograrlo, se puede leer en el informe, es crucial adoptar y mantener un enfoque ASG (Ambiental, Social y de Gobierno) que procure el desarrollo de todos los públicos relacionados a través de una gestión responsable del negocio, y que contribuya a que sea sostenible en el tiempo –además, adoptar este enfoque, es recompensado por los mercados financieros–. 

Las empresas que no asuman un rol activo en atender los riesgos climáticos y las implicaciones sociales de su entorno, a través de mejores prácticas en su negocio, podrían comprometer su permanencia para la siguiente década. Según resultados de la Global Consumer Insights Survey 2024 – capítulo México de PwC, a pesar de la inflación en el consumo, 77% de los encuestados dijo estar dispuesto a pagar un precio un poco mayor por productos fabricados con materiales reciclados, sustentables o eco-friendly. 

En nuestra Global CEO Survey 2023, edición ESG: ¿En qué se enfocan los CEO en la estrategia ambiental, social y de gobernanza? Y basándonos en un estudio de la Universidad de Harvard, resaltamos que hay una relación positiva entre las empresas que gestionan mejor los temas ASG y el desempeño financiero. Es decir, aumentan la rentabilidad.

Ahora, adoptar un enfoque ASG en el negocio significa gestionar a la compañía de manera eficiente y responsable, para que todas las áreas y departamentos estén involucrados. En este tenor, el grupo que deberá liderar las iniciativas, acciones y estrategias debe ser la C-Suite y el Consejo de Administración. ¿Se requiere una asignación de recursos para ejecutar el cambio? Por supuesto.

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A modo de ejemplo, el Consejo de Administración ejecuta estrategias de vigilancia para cerciorarse de la existencia y cumplimiento de métricas medioambientales y sociales. De acuerdo con nuestra Global CEO Survey 2023, edición ESG, sólo 20% de los CEO en México indicó que invertirán este año en descarbonizar el modelo de negocios de su empresa –y menos de la mitad de los encuestados mexicanos planea invertir en adoptar fuentes de energía alternativas–.

Para integrar de manera efectiva un enfoque ESG como eje rector del negocio es fundamental disponer de una hoja de ruta que permita plantear las líneas de actuación. En este sentido, la Agenda 2030 –un plan de acción a favor del planeta, las personas y la prosperidad, adoptado por Naciones Unidas en el año 2015– establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que permiten identificar en qué áreas se encuentran las oportunidades de la organización. 

Estos Objetivos de Desarrollo Sostenible además se convierten en una referencia para analizar profundamente los diversos entornos en los que las empresas tienen algún impacto, y determinar diversas oportunidades. Por ejemplo, en la comunidad donde la organización está inmersa, en las compañías de su cadena productiva, en las familias de sus colaboradores, clientes, e incluso en la misma industria a la que pertenecen, entre otros públicos relacionados.

El establecimiento de metas y objetivos claros, una vez identificadas las líneas de acción, son fundamentales para alcanzar la transformación. Los resultados deberán ser medibles, perdurables en el tiempo, escalables y visibles. La rendición de cuentas no sólo permite evidenciar un avance, sino también, mostrar nuevas oportunidades.

Desafíos de alinear un modelo de negocio a una estrategia ESG

De acuerdo con los resultados de nuestra encuesta ¿Qué priorizan hoy los CEO en la estrategia ambiental, social y de gobernanza?, las empresas que migren su modelo de negocio a un enfoque ASG, podrían enfrentarse a desafíos relacionados con el capital humano, la viabilidad de algunos productos y servicios, impacto en la comunidad, e incluso en la forma de percibir el Retorno de Inversión. 

Al respecto, los CEO, deberán encontrar un balance entre la responsabilidad social y las metas de negocio. Esto, en gran parte, puede lograrse incrementando la colaboración con gobiernos, instituciones académicas u organismos no gubernamentales.

Según resultados de nuestra encuesta, en México, 54% de los CEO indicaron que colaboran con partes interesadas en asuntos de desarrollo sustentable, 49% en diversidad e inclusión y 49% en educación.

Si bien, el avance en la adopción de aspectos ASG en los modelos de negocio de las empresas mexicanas ha sido un tema cada vez más relevante, falta mucho por hacer. Algunas de las oportunidades que se concluyeron en el estudio realizado por Pacto Mundial es la falta de comprensión del vínculo entre los mismos aspectos ESG y las acciones que llevan a cabo las empresas para integrarlos. 

Asimismo, su talón de Aquiles resultó ser la medición del impacto real de las acciones. Y es que, aunque muchas empresas llevan a cabo iniciativas con fuertes compromisos desde la alta dirección, pocas tienen herramientas para medir el impacto de su transformación.  

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