¿Privacidad o transparencia?

Dos conceptos fundamentales que en ocasiones pueden colisionar, pero que se deben complementar

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 .  (Foto: Canva, Diseño elaborado en Canva con elementos de Eucalyp de amethyststudio y charliepix)

Nuestra actualidad se ve marcada por un término invaluable y que ha suscitado muchas controversias desde múltiples trincheras, la información. Un adagio suele precisar que “la información es poder”. Una frase que resuena constantemente en nuestros días debido a que como nunca se tiene acceso a información de diferente clase y de diversas fuentes.

Gracias a los adelantos de la ciencia y los avances tecnológicos la humanidad ha podido, no solo sobrevivir, sino también prosperar en este mundo, ya que han facilitado las actividades, entre ellas justamente el intercambio de información. Sin embargo, esa entrega y recepción de datos conlleva muchas implicaciones y puede producir efectos, tanto positivos como negativos en los usuarios. 

Por ello es que a continuación el maestro Jesús Edmundo Coronado Contreras, coordinador editorial de las áreas de Fiscal, Jurídico Corporativo y Comercio Exterior de IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral; coordinador de la comisión de Derecho Penal Internacional del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México A.C.; socio de Derecho Penal Internacional de la firma JMJ Partners & Lawyers y director de publicaciones de Bosch México y miembro del consejo editorial de su revista Praxis Legal reflexiona sobre cómo principios como la privacidad y la transparencia colisionan en esta sociedad guida por la enorme cantidad de información.

Contexto

El siglo XXI está marcado por ser aparentemente el punto más álgido de la historia en cuanto al acceso a la información. Los avances tecnológicos y adelantos científicos han permitido que podamos acceder a un enorme universo de información de cualquier clase. 

Por naturaleza, el ser humano es curioso y ambicioso. Esos dos puntos se traducen en un interés o ánimo por querer saber más; por desear desentrañar y conocer más del mundo y de los seres a su alrededor. El ser humano desea descubrir su entorno y tener una idea de lo que sucede en su entorno. 

Información que puede ser de cualquier naturaleza, desde algo técnico o sofisticado hasta algo banal e insignificante. En ese aspecto hay una gran subjetividad porque suele ser el solicitante o receptor de la información quien otorga un valor específico a esa información. La información para unos individuos podría resultar insignificante o innecesaria, pero otros podrían ver en ella un contenido trascendental. 

Ese valor subjetivo es el que le da un atractivo comercial en determinados escenarios y que por ello se monetice la información. Como todo derecho el acceso a la información tiene varias vertientes, pero también singulares limitaciones y dos de estas ultimas las encontramos en términos como privacidad y transparencia.

La privacidad y la transparencia son dos conceptos importantes en diferentes contextos, pero que suelen conectarse en algunos casos, especialmente en el ámbito de la información y la gestión de datos. 

Especialmente en la actualidad estos dos confluyen a causa de que la interacción humana se desarrolla en ámbitos digitales, especialmente en aplicaciones de mensajería y en redes sociales. Por ello es indispensable verificar que tanto confluyen y se complementan estos dos principios.

Privacidad

Desa la óptica jurídica, la privacidad abarca una serie de aspectos clave relacionados con la protección de los datos personales y la autonomía individual. Dentro de los principales puntos están:

  • intimidad: La privacidad contiene o se relaciona con el derecho fundamental a la intimidad, el cual protege la capacidad de una persona para controlar su vida privada y decidir qué información, especialmente aquella de carácter personal, desea compartir con otros y qué información desea mantener confidencial o reservada

  • protección de datos personales: La privacidad implica la protección de los datos personales contra la recopilación, el procesamiento y divulgación no autorizados; esto puede incluir información como nombres, direcciones, números de identificación, datos biométricos, historiales médicos, entre otros más

  • consentimiento informado: La privacidad implica el derecho a dar un consentimiento informado para el uso y la divulgación de datos personales. Esto significa que las personas deben ser informadas sobre cómo se utilizarán sus datos y tener la opción de aceptar o rechazar ese uso

  • seguridad de la información: La privacidad requiere que se implementen medidas adecuadas de seguridad para la protección de datos personales contra el acceso no autorizado, alteración, divulgación o destrucción

  • acceso y corrección de datos: La legislación especializada (en especial aquella para el sector privado) otorga a las personas el derecho a acceder a sus datos personales y corregir cualquier información incorrecta o incompleta que pueda estar siendo procesada por terceros

  • propósito limitado: La privacidad implica que los datos personales deben recopilarse y utilizarse solamente para fines específicos y legítimos, y no deben ser procesados de manera incompatible con esos fines, lo cual conllevaría sanciones, principalmente de carácter económico 

  • retención limitada: La privacidad requiere que los datos personales se conserven únicamente durante el tiempo necesario para cumplir con los propósitos para los que fueron recopilados, y que se eliminen de manera segura cuando estos ya no sean necesarios

  • transferencias: La privacidad incorpora igualmente restricciones sobre la transferencia de datos personales a entes que no proporcionen un nivel adecuado de protección de la privacidad, a menos que se tomen medidas para garantizar la seguridad y la integridad de estos

Transparencia

Por su, parte, la transparencia como principio a nivel jurídico remite a la obligación, principalmente de las entidades gubernamentales, pero también de organizaciones y empresas de revelar información relevante y procesos para garantizar la adecuada rendición de cuentas, consolidar la confianza pública, participación informada. Aquí algunas de sus vertientes principales:

  • acceso a la información: La transparencia implica que las entidades deben proporcionar acceso a la información pública relevante y procesos de toma de decisiones, dentro de los límites permitidos por la legislación

  • divulgación obligatoria: La transparencia exige que las entidades divulguen activamente información relevante, como datos financieros, informes de actividades, decisiones gubernamentales, políticas y procedimientos

  • derecho a la información: La transparencia reconoce el derecho a recibir información clara, completa y precisa sobre asuntos de interés público, permitiendo a las personas comprender ciertas acciones y decisiones

  • participación ciudadana: La transparencia alienta la participación ciudadana en los procesos al proporcionar acceso a información oportuna y significativa

  • rendición de cuentas: La transparencia promueve la rendición de cuentas al hacer que las entidades sean responsables de sus acciones y decisiones al exponerlas a la vigilancia y el escrutinio constante

  • protección del interés público: La transparencia trata de proteger el interés público al garantizar que las entidades actúen de manera abierta y transparente, evitando la opacidad y el abuso de poder

  • cumplimiento normativo: La transparencia puede respaldarse por regulaciones que contemplan requisitos específicos para la divulgación de información por parte de ciertos entes (públicos o privados) o también puede provenir de forma espontánea de los mismos entes

  • informes periódicos: La transparencia demanda que los entes presenten informes periódicos sobre sus actividades, finanzas, políticas y prácticas, lo que permite una evaluación continua de su desempeño y del cumplimiento de sus obligaciones de diferente naturaleza

Ante esto es que la transparencia juega un rol fundamental en la promoción del estado de derecho. En específico porque va intrínsicamente ligado con el sector público porque pretende garantizar que las entidades actúen de manera abierta y responsable ante la sociedad, pero también puede incluir al sector privado para verificar el cumplimiento de obligaciones como pueden ser las de naturaleza tributaria, laboral u otras más.

En ese punto, se vincula con los programas de compliance, los cuales tienen funciones preventivas, de cumplimiento y probatorias que facilitan que tanto personas físicas como jurídicas eviten o atiendan adecuadamente determinadas contingencias, principalmente con las autoridades. No obstante, la línea que divide la transparencia y privacidad suele en ciertos escenarios ser muy tenue y originar potenciales conflictos. 


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 .  (Foto: IDConline)


Conflictos

Los conflictos entre privacidad y transparencia pueden surgir en una variedad de situaciones en los que los intereses de protección de datos personales colisionan con la necesidad de divulgar información para garantizar la rendición de cuentas y toma de decisiones informada y adecuada. A continuación algunos escenarios:

  • datos de salud pública: En el contexto de pandemia, puede surgir un conflicto entre la privacidad de los datos de salud y la necesidad de divulgar información transparente sobre la propagación de un virus. Por ejemplo, difundir la identidad de personas infectadas puede ser crucial para identificar contactos y controlar la propagación, pero esto podría violar la privacidad de las personas

  • divulgación financiera: Las empresas enfrentan el dilema de divulgar información financiera detallada, que puede ser crucial para inversores o sus integrantes; proteger ciertos datos financieros sensibles podrían se

  • r explotados por competidores o utilizados para manipulaciones del mercado; aunque también la obligación de develar esa información puede provenir de una imposición de ley

  • investigación científica y/o médica: En la investigación, en específico en estudios que involucran datos de pacientes, existe un conflicto entre la necesidad de compartir resultados y hallazgos para avanzar científicamente y la protección de la privacidad de los participantes. Compartir datos médicos sensibles puede llevar a la identificación de individuos y violar su privacidad

  • información gubernamental: Los gobiernos comúnmente enfrentan el desafío de equilibrar la transparencia en la toma de decisiones y la divulgación de información pública con la protección de la privacidad de los ciudadanos. Por ejemplo, difundir documentos clasificados puede ser crucial para la rendición de cuentas y la transparencia gubernamental, pero también puede comprometer la seguridad nacional o la privacidad de las personas involucradas

  • redes sociales y datos personales: Las plataformas de redes sociales recopilan grandes cantidades de datos personales de los usuarios, lo que puede plantear dilemas éticos sobre la privacidad y la transparencia. Por ejemplo, la divulgación de datos para fines publicitarios puede ayudar a financiar los servicios gratuitos ofrecidos por las redes sociales, pero a menudo se hace a expensas de la privacidad de los usuarios, lo que genera preocupaciones sobre la transparencia en el uso de esos datos

Estos casos ilustran cómo los conflictos entre privacidad y transparencia pueden surgir en una variedad de contextos y cómo puede ser necesario encontrar un equilibrio entre ambos para abordar las preocupaciones tanto éticas como legales y sociales.

En redes sociales suelen presentarse diversas encrucijadas de esta índole y más ahora en países como México y Estados Unidos, donde durante este año se celebrarán elecciones presidenciales y de diferentes puestos públicos. Ello porque estas se han transformado en un mecanismo ideal de comunicación y de intercambio de información. 

Las figuras públicas siempre están sujetas a un singular escrutinio y el periodo electoral se presta para que este sea aún más incesante. La regulación de las redes sociales es escasa, y México no es una excepción. La autorregulación es la piedra angular de estos entornos lo cual desencadena varias disyuntivas. Las empresas que gestionan estas plataformas son las que tradicionalmente han fijado las reglas de interacción en estos entornos, diluyendo más la línea entre la privacidad y transparencia. 

Recientemente fueron develados los números de celular de personas, tanto públicas como privadas por medio de redes sociales y otros medios de comunicación. Ello se traduce en una violación grave a la privacidad, especialmente porque el número telefónico ahora tiene un papel fundamental como dato inherente a una persona. Esa combinación de números es ahora parte trascendental de la identidad digital de las personas porque suele emplearse para verificar la autenticidad, ya sea para cuestiones sociales o hasta para temas financieros e incluso para el cumplimiento de obligaciones tributarias.

Si bien es cierto que gran parte de los usuarios en redes sociales y aplicaciones de mensajería suelen compartir mucha información, “transparentando” gran parte de sus actividades cotidianas e incluso información sensible. Eso no significa que sea la regla general y que la privacidad no deba conservarse y respetarse para los usuarios en general, sin importar el rol que desempeñen dentro de una sociedad. 

Muchos dilemas sobre cómo gestionar la información se han dirimido inclusive ante tribunales, los cuales vagamente han precisado cuándo en determinados casos la información puede ser pública y por lo tanto cualquier individuo deba tener acceso a esta y en qué momentos esos datos deben resguardarse. El principio primordial es el interés público o si esa información implica la gestión de recursos públicos. Sin embargo, la casuística y los tribunales no deben ser quienes marquen la pauta y tampoco los propios usuarios y las empresas que proveen un servicio.

La ausencia de una regulación y controles efectivos produce que los conflictos se potencialicen, más si se agrega el elemento electoral y que los entornos digitales tienen cada día un protagonismo mayor. Las diatribas políticas pueden provocar vulneraciones de derechos o que estos se desvirtúen constantemente generando conflictos.

Comentario final

Mientras que la privacidad se centra en la protección de los datos personales e intimidad, la transparencia se focaliza en la apertura y divulgación de información para promover la rendición de cuentas y una toma de decisiones informada y adecuada. Ambos conceptos son importantes en diferentes contextos y requieren un equilibrio minucioso para garantizar el respeto de derechos y la responsabilidad pública. 

Pese a contar con legislaciones especializadas como la leyes de protección de datos personales, tanto para particulares como para el sector público y una norma para efectos de transparencia y acceso a la información, todavía hace falta mucho camino por recorrer en el sentido de llegar a ese punto de equilibrio en el que la transparencia y privacidad no solo coexistan, sino que se complementen.