Cambio climático: ¿Qué está haciendo México?

Análisis de la legislación y los desafíos en el futuro

Es crucial que todas las personas, independientemente de su profesión o ubicación, se interesen en la regulación del cambio climático en México. El cambio climático afecta directamente a la vida diaria de todos, desde la calidad del aire y del agua hasta la seguridad alimentaria y los eventos climáticos extremos.

México es especialmente vulnerable a desastres naturales como huracanes, inundaciones y sequías. Una regulación eficaz del cambio climático es fundamental para preparar y proteger a las comunidades vulnerables, reduciendo el riesgo y los costos asociados con estos eventos. Además, las políticas climáticas tienen un impacto significativo en la economía nacional, afectando sectores como la agricultura, el turismo y la energía. Una regulación adecuada puede fomentar prácticas sostenibles y generar oportunidades económicas, mientras que la falta de regulación puede llevar a pérdidas económicas y sociales.

Para profundizar en el tema, la maestra Ninna Rippa, Senior Counsel en World Kinect Corporation, maestra en leyes por Florida International University; con más de 15 años de experiencia en firmas globales asesorando empresas multinacionales en asuntos comerciales, negociación de contratos, análisis y gestión de riesgo, con enfoque en cumplimiento regulatorio, litigio administrativo, derecho ambiental y cambio climático, tanto dentro como fuera de México,  ofrece un análisis detallado sobre el cambio climático, sus causas y las políticas implementadas para combatirlo.

¿Qué es el cambio climático?

El cambio climático se refiere a las consecuencias de las acciones humanas sobre el medio ambiente y el planeta. En términos amplios, es uno de los efectos de la actividad humana, y uno de los principales indicadores es el cambio en la temperatura global. Esto tiene otros efectos consecutivos, siendo el calentamiento de los océanos uno de los más significativos, ya que ha contribuido en aproximadamente un 91% al aumento del sistema climático global. Además, el cambio climático intensifica los eventos climáticos en todo el mundo, como olas de calor, sequías e inundaciones, y aumenta la intensidad de todos los fenómenos meteorológicos.

¿Cuáles son las principales causas del cambio climático?

Las principales causas del cambio climático incluyen la industrialización de los procesos productivos, que comenzó hace más de un siglo y ha llevado a un aumento en los patrones de consumo humano. Este aumento, junto con el crecimiento continuo de la población global, intensifica el consumo de energía. Aunque se han logrado avances tecnológicos que reducen parcialmente las emisiones, el crecimiento poblacional y la demanda energética han superado estos avances, manteniendo una alta presión sobre el medio ambiente.

¿Qué políticas se han implementado para hacer frente al cambio climático?

En México, se han implementado diversas políticas para abordar el cambio climático, comenzando con el reconocimiento del derecho a un ambiente sano en el artículo 4o. constitucional.

Otra medida clave es la Ley de Planeación, que promueve una planificación nacional para proteger el medio ambiente y utilizar los recursos de manera racional. En el Plan Nacional de Desarrollo, se proponen soluciones nacionales a largo plazo para enfrentar el cambio climático.

La Ley General de Cambio Climático es otro instrumento fundamental que establece un compromiso con el desarrollo sustentable. Esta ley crea el Programa Especial de Cambio Climático, que define metas, estrategias de adaptación y mitigación, y métodos de investigación para mitigar los efectos del cambio climático.

Adicionalmente, aunque de manera indirecta, la Ley de la Industria Eléctrica también aborda el tema al promover el desarrollo sustentable en la industria eléctrica, garantizar un servicio eficiente y reducir las emisiones contaminantes. La Ley de Transición Energética comparte objetivos similares, enfocándose en el desarrollo sustentable y la reducción de emisiones.

Existen estrategias nacionales y programas específicos ligados a la Ley General de Cambio Climático que forman parte del marco general para enfrentar el cambio climático en México.

¿Consideras que esta legislación es adecuada para enfrentar el cambio climático?

Desde mi perspectiva, el marco legislativo actual es, en principio, correcto, ya que se basa en principios sólidos. Sin embargo, hay aspectos que podrían mejorarse. En primer lugar, muchas de estas leyes y estrategias están basadas en información que puede estar desactualizada. Además, existe una laguna significativa en la implementación de estas políticas, ya que no contamos con instrumentos prácticos que garanticen su efectividad y que se alineen con las necesidades reales del país.

Uno de los problemas más importantes en México es el impacto desproporcionado en la población vulnerable, que irónicamente es la que menos contribuye al cambio climático pero la que más sufre sus efectos. Esto se evidencia en fenómenos como la desertificación, inundaciones y otros eventos climáticos extremos, que afectan principalmente a áreas con alta concentración de población vulnerable debido a factores socioeconómicos.

En mi opinión, el marco legislativo y los programas actuales no están diseñados adecuadamente para mitigar estos efectos en las comunidades más afectadas. Deberían enfocarse más en la protección de estas personas y en abordar las realidades específicas de los territorios vulnerables. A nivel internacional, también es necesario complementar y ajustar las estrategias para enfrentar estos desafíos de manera más efectiva.

¿Hay mejores esfuerzos a nivel internacional para combatir el cambio climático?

Sí, a nivel internacional definitivamente se están realizando esfuerzos más concretos y basados en la realidad. Sin embargo, el problema persiste debido a los muchos intereses políticos involucrados en la toma de decisiones, especialmente de la industria del petróleo y la industria energética, que son las principales causantes del cambio climático. Estos intereses a menudo complican la implementación de políticas efectivas.

Además, enfrentamos el desafío de que aún dependemos de estas fuentes de energía. No hemos encontrado una alternativa viable que permita a la humanidad seguir adelante sin recurrir a la quema de carbono. Parte del problema a nivel global es promover la innovación y desarrollar fuentes alternativas de energía que no impliquen la quema de carbón.

La industria energética es tan robusta y omnipresente que resulta sorprendente encontrar un solo aspecto de la vida cotidiana que no tenga algún derivado del petróleo. Este hecho genera muchos desafíos adicionales a la hora de implementar cambios significativos.

¿Qué desafíos enfrenta México en la lucha contra el cambio climático?

En México, uno de los principales problemas es la gestión del agua. Es crucial contar con datos actualizados sobre el uso de los recursos hídricos, como la actualización del Atlas de Vulnerabilidad Hídrica. Contar con información actualizada permitiría una planificación estratégica más eficaz para enfrentar los retos, especialmente en comunidades y zonas vulnerables. Se requiere un fuerte compromiso del gobierno, ya que las obras relacionadas con el agua no siempre son visibles para el público y, por ende, a menudo carecen de incentivos políticos para su realización.

Un buen ejemplo es la crisis hídrica en la zona metropolitana del Valle de México. Los mantos acuíferos están casi completamente secos, y existe un problema grave de drenaje que lleva casi 15 años sin solución, principalmente porque estas obras son menos visibles comparadas con proyectos como un segundo piso en una carretera.

Además, la infraestructura en áreas vulnerables es de suma importancia. Se deben implementar estrategias de adaptación que consideren estas comunidades afectadas. También es esencial el compromiso de la sociedad civil; como ciudadanos, podemos elegir hacer o no hacer cosas que contribuyan a mitigar el cambio climático. Aunque nuestras acciones individuales pueden parecer pequeñas, si todos tomáramos medidas para reducir nuestra huella de carbono, podríamos lograr un cambio significativo.