Nuestra empresa ha tenido problemas financieros y no hemos podido cumplir con nuestras obligaciones de pago. El contador dice que estamos en quiebra, pero otro asesor menciona que estamos en concurso mercantil. Cuál es la situación real
El “concurso mercantil” es un proceso legal diseñado para ayudar a los comerciantes, ya sean personas físicas o morales, que están incumpliendo generalizadamente con el pago de sus obligaciones. El objetivo de este procedimiento es permitir que el comerciante llegue a un acuerdo con sus acreedores para saldar sus deudas, ya sea mediante un convenio de pago o mediante la venta de sus bienes para satisfacer dichas obligaciones.
Para determinar si un comerciante debe someterse a un concurso mercantil, se deben considerar varios factores. Principalmente, se evalúa si el comerciante ha incumplido de manera generalizada con sus obligaciones de pago con dos o más acreedores. Este incumplimiento se define por el hecho de que las obligaciones no hayan sido pagadas en más de 30 días desde su vencimiento, que las deudas representen al menos el 35% del total de las deudas del comerciante, y que este no tenga activos suficientes para cubrir al menos el 80% de las obligaciones vencidas.
En la práctica, cuando se habla de una empresa o persona en “quiebra”, se está utilizando un término coloquial que no necesariamente coincide con la definición legal de concurso mercantil. El término “quiebra” es un concepto práctico que a menudo se confunde con el procedimiento legal de concurso mercantil. Este último es un proceso formal que requiere seguir ciertas formalidades y términos establecidos por la Ley de Concursos Mercantiles, pudiendo iniciarse de manera voluntaria por el propio comerciante insolvente o ser solicitado por sus acreedores, siempre que se cumplan con los requisitos legales.