Las pérdidas provocadas por empleados de mayor rango como los gerentes, pueden ser hasta 22 veces mayores que las de trabajadores de otros niveles inferiores, indicaron datos de la Asociación de Certificadores de Fraude (ACFE), recopilados por la empresa multinacional MIDOT, que destacó, los colaboradores de posiciones altas tardan más en ser descubiertos.
Según el estudio, un fraude cometido por gerentes o coordinadores pueden causar pérdidas de hasta 300 mil dólares por caso, mientras que el de los dueños o ejecutivos llega a alcanzar hasta los 675 mil dólares, en tanto que aquellos cometidos por empleados de menor rango promedian los 30 mil dólares.
Lo alarmante de la situación es que al menos un 20% de las figuras gerenciales de las compañías es decir, 1 de cada 5, es responsable de cometer fraudes, expuso el Reporte de Integridad Laboral MIDOT 2024, el cual analizó 1 millón 500 mil pruebas en Latinoamérica, de las cuales 663 mil correspondieron a México.
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El impacto del fraude de los gerentes en las empresas
El fraude es “una conducta nociva que impacta gravemente a las empresas, y que se mantiene como un problema recurrente, especialmente entre quienes ocupan cargos directivos”, compartió el managing director de MIDOT Latam, Fernando Calderón, en un comunicado fechado al 07 de octubre de 2024.
El experto indicó que mentir o falsear datos impacta negativamente a una organización, especialmente porque “detectar a un gerente o ejecutivo que comete fraude es un proceso más complicado y cuanto más tiempo pase sin ser descubierto mayor es el daño económico”; por ejemplo, si se identifica dentro de los primeros dos años, las pérdidas pueden rondar los 500 mil dólares por persona involucrada.
Calderón dijo que “la falta de estructuras adecuadas en las organizaciones y de un sistema de evaluación, así como la escasa capacitación en estos temas, son detonantes de este acto contraproducente para la compañías”, y muchas pequeñas y medianas empresas “se encuentran muy vulnerables ante este tipo de delitos”, especialmente por problemas financieros y falta de controles internos.
El experto de MIDOT resaltó la importancia de que las empresas implementen prácticas éticas y transparentes para fomentar una cultura organizacional basada en la transparencia, sistemas de evaluación y de denuncias eficientes, y buscar que los trabajadores tengan valores con forme a la organización que contrasten con su ética personal.
Finalmente, se recomienda atender las necesidades de los trabajadores de cualquier rango y/o puesto, abrir canales de comunicación que se regulen por la empatía y se fortalezca la integridad de la empresa para evitar malas prácticas.