Cruda presupuestal

Una buena opción para evitar el autosabotaje es fijar un monto máximo para gastar y no pasarse de él

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 .  (Foto: iStock)

¡Llegó esa época del año! Sí, ese periodo de fiestas que arrancó con la celebración del 15 de septiembre y que se extiende hasta día de Reyes, pero hagamos memoria, ¿se realizó un presupuesto para estas actividades? Por supuesto en esta sección brindamos consejos para elaborar un guardadito y enfrentar el año; sin embargo, la realidad es otra, a veces nos enfrentamos a eventualidades que pudieran mermar nuestros ingresos e impiden llegar a la meta presupuestal.

Una enfermedad, un percance, la compra de materiales para escuela, trabajo o algún arreglo en la casa siempre pueden estar presentes. No obstante, hay un factor que no muchos contemplan y que también es un gasto hormiga para la población. Así es, las fiestas de cada fin de semana están dañando el bolsillo y la capacidad de ahorro.

Donde más se gasta en las salidas por las noches es en los consumos, es decir, lo que se paga dentro del bar o antro que se elija (bebidas, botanas y propinas).

De acuerdo con la Condusef algo que sucede con frecuencia es que al momento de estar con los amigos no hay un pensamiento de gasto y al momento de recibir la cuenta no alcanza el efectivo reunido y se termina pagando con la tarjeta de crédito.

Una buena opción para evitar el autosabotaje  es fijar un monto máximo para gastar y no pasarse de él; asimismo, es recomendable llevar el efectivo exacto que se piensa consumir, además de incluir el porcentaje de propina, si se tiene la costumbre de dejarla.

Otro consejo es no llevar la tarjeta de crédito, ya que para muchos mexicanos este plástico aún es visto como dinero extra y no lo es.

Hay que recordar que a estos gastos se debe sumar la precaución de no perder de vista ¡Nunca! La tarjeta de débito y crédito, a fin de evitar las clonaciones de plásticos.

En caso de querer evitar salidas y realizar la fiesta en casa, en la siguiente infografía detallamos los costos de una celebración al mes y el monto que se podría ahorrar.

Cabe señalar que nadie se opone a las fiestas, pero siempre hay que armar un plan para no padecer una cruda presupuestal. 

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