Probablemente la pandemia retrasó los planes para vacacionar y ahora que el semáforo epidemiológico avanza, se podría retomar dicho proyecto; sin embargo, se debe ser conservador en cuanto al manejo de las finanzas.
Lo cierto es que la economía del país y del mundo no están en las mejores condiciones, por lo que no se puede confiar a la hora de gastar y muchas veces, en el calor del viaje se olvida el control del dinero.
Lo principal es presupuestar esta actividad y ocupar en ella el dinero previamente ahorrado para este fin. Para esto, es indispensable tomar en cuenta:
- si se trata de un viaje nacional o internacional y en caso de necesitar algún trámite para ingresar al destino, el costo de este
- costos de transporte al destino
- costos de hospedaje y considerar los distintos tipos de hospedaje, podría ser mejor un paquete todo incluido en un hotel, o mejor rentar un departamento si los alimentos locales son menos costosos
- costos de actividades específicas que se quieran realizar
- si es necesario comprar ropa, accesorios u otros aditamentos especiales por la naturaleza del viaje
Una vez definido el total que se gastará, se debe elegir el método de pago a usar, según Compara Online, utilizar la tarjeta de crédito en vez de efectivo para las vacaciones, pues algunas de ellas tienen beneficios como puntos por las compras, trato VIP en servicios como el transporte y meses sin intereses.
Por otro lado, es fundamental considerar que en el desarrollo del mismo pueden ocurrir imprevistos o accidentes, por lo que considerar la adquisición de un seguro de viaje podría significar un importante ahorro en caso de que algo pase.
Entre los beneficios de este servicio financiero se encuentran:
- asistencia médica 24/7 por el tiempo de duración del viaje
- gastos por cambios de vuelo a causa de alguna enfermedad o imprevisto
- protección de equipaje, ya sea asistencia para localizarlo o indemnización en caso de pérdida del mismo
- protección por accidentes fuera del país
- responsabilidad civil
- seguro de muerte
Antes de hacer la contratación lo recomendable es hacer conciencia del tipo de viaje que se realizará y las necesidades que tiene cada persona, para ello, lo ideal sería contactar a un agente de seguros que nos explique todas las condiciones y “letras chiquitas” de cada opción.
En ese sentido, entre los puntos que hay que considerar para decidir cuál es el mejor, se encuentran:
- el monto y capitales asegurados
- verificar si es deducible
- que contenga servicio legal, porque tal vez por un mal entendido se termine en algún problema
- servicios adicionales, además de hospitalización e indemnización, hay algunas compañías que ofrecen repatriación, hospitalizaciones prolongadas, traslado de un acompañante en caso de ser necesario, medicamentos especiales, arreglos funerarios, entre otros
- que se incluya el aseguramiento en caso de robo, retrasos, cancelaciones o extravío de equipaje, cobertura de traslados y alojamiento en caso de retrasos, huelgas u overbooking
- que la inversión de adquirirlo sea beneficios en relación con lo que recibiremos de la aseguradora
Adicional a lo anterior, no hay que olvidar que los gastos comunes del mes, ya que todos las deudas siguen corriendo por lo que para no llegar a una casa sin luz o Internet para trabajar, sería una buena idea dejar todas esas facturas pagadas.
Cabe destacar que un nuevo fenómeno se presentó con la pandemia, el llamado “turismo de vacunas”, una nueva modalidad que ha incentivado a diversas personas a viajar a Estados Unidos para ser partícipes en su sistema de vacunación.
Lugares como Nueva York y Miami prometen a sus visitantes la inmunización contra el Covid-19; no obstante, para visitar Estados Unidos aún existen varios requisitos que deben cumplir los residentes de naciones como México, por ejemplo, la Visa que actualmente tiene un costo de 160 dólares, poco más de 3,200 pesos. Un gasto más a considerar.