Lo que haré con el aguinaldo

Para iniciar esta columna decembrina es importante introducir a los tres fantasmas de las deudas financieras que nos visitarán para cerrar el año

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 .  (Foto: iStock)

¡Regalos! Sí, ese es de los primeros pensamientos que llegan a la mente cuando las campanas del aguinaldo suenan en diciembre, luego se contemplan las fiestas, tal vez las deudas y el ahorro al final, pero si el orden de prioridades es el mencionado, es buen momento para cambiar el rumbo y darle otro sentido a este derecho laboral que tienen los trabajadores.

Para iniciar esta columna decembrina es importante introducir a los tres fantasmas de las deudas financieras que nos visitarán para cerrar el año.

El fantasma de las deudas pasadas 

Este es el más pesado de todos, tal vez sea una deuda pendiente que ha sido arrastrada como bola de nieve y que continúa creciendo, también puede ser una tanda, a la que estás obligado a cumplir, algún crédito de nómina y/o hipotecario o ese gustito extra que se pagó a meses con intereses que no se ha liquidado. Este fantasma está presente todo el año, y el aguinaldo es una gran forma de ahuyentarlo o al menos ponerle un alto. Destina un porcentaje al pago de la deuda y así verás como la bola de nieve al fin se detiene.

El fantasma de las deudas presentes

Los maravillosos hábitos decembrinos están a la orden del día, las fiestas, reuniones, posadas, compras para la cena, regalos de último minuto, claro, todo con su respectiva sana distancia, son la constante en esta época del año. Para superar este fantasma es fundamental armar un presupuesto. Por ejemplo, destinar el 30% del aguinaldo al pago de deudas, 30% al las fiestas y 40% al ahorro. Parece difícil, pero la disciplina financiera que se practicó en el año, es fundamental ponerla en práctica en diciembre.

El fantasma de las deudas futuras

Ese estado de cuenta que aún no llega o esa compra en el “Buen Fin” que no se necesitaba, pero que aun así se hizo, es la que atormentará en el futuro la cartera de todos. Para erradicarla es necesario priorizar; por ejemplo, en caso de haber hecho una compra a empezar a pagar en febrero, es mejor juntar el dinero y liquidarla en esa fecha a iniciar una nueva bola de nieve que te perseguirá todo el año.

Por último, la principal recomendación es que antes de disfrutar el aguinaldo se haga una lista de obligaciones financieras que se tendrán que cumplir en 2022 y así ese 40% que se ahorró, se pueda ocupar en alguna emergencia o para superar la llamada cuesta de enero.

El equipo de IDC te desea felices fiestas.