Aunque la palabra deuda suele entenderse como algo negativo, es importante decir que hay deudas buenas, por ejemplo, al adquirir una línea de producción para poder brindar productos en menor tiempo y mayor volumen, lo que a su vez, genera mayores ganancias a través de un ecosistema que genera mayor oportunidad de negocio para hacer crecer una empresa.
En ese sentido, Fernando Padilla, CEO y fundador de Lendera aseguró que “la deuda es dinero, que se adquiere a través de instituciones financieras como bancos, SOFOM o también con Fintechs que operan bajo el esquema de crowdfunding o financiamiento colectivo” que se paga a diferentes plazos “por medio de capital y/o intereses”.
Al respecto, la Encuesta Trimestral de Evaluación Coyuntural del Banco de México en 2020, mostró que el 77.1% de las compañías se financiaron con proveedores, el 27.1% por crédito de la banca comercial, el 19.5% por otras compañías del grupo corporativo, el 4.2% por la banca de desarrollo, 5.0% de la banca domiciliada en el extranjero, y 0.5% por emisión de deuda.
Con el capital, las empresas intentan generar utilidades sobre la valuación de la empresa, por lo cual buscan deudas, ya sea de su misma bolsa o capital ángel, riesgo, semilla, etc., para prevenir una posible expansión o crecimiento en su flujo, y para capitalizarse influye quién presta el dinero y el modo en el que lo hace, por ejemplo con el crowdfunding, que puede hacerse de manera digital y desde cualquier lugar.
Jaime Márquez, director de nuevos negocios de STP - empresa especialista en tecnologías de sistemas de pago en México-, dijo que las deudas que las empresas pueden adquirir no solo les sirves para cubrir los gastos que tienen, sino para generar mayores rendimientos y hacerlo a través de plataformas digitales “mejora su experiencia de ‘fondeo’ o pago sin sacrificar la seguridad”.
Estas operaciones refuerzan la seguridad en las operaciones y permiten cumplir con las políticas de prevención de lavado de dinero que establece la Ley Fintech para validar que corresponda con la información del inversionista, de manera que el empresario pide un crédito de manera digital, los pagos se hacen desde cualquier dispositivo y así, se automatización estos procesos.
STP resaltó que los empresarios solo tienen que establecer en qué momento pueden y desean adquirir una deuda que más tarde se convertirá en un beneficio.
