Aunque las mujeres tienen menor acceso a los servicios financieros, mantienen un mejor score crediticio que los hombres
La brecha de género en el uso de servicios financieros en México entre hombres (72%) y mujeres (65%) es del 7%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2018), lo que significa que las instituciones necesitan abonar a la inclusión financiera para para reducir la pobreza e impulsar la prosperidad.
De acuerdo con un estudio de Deloitte, aunque el 80% de las mujeres toman decisiones de compra en su hogar, más de un tercio no cuenta con servicios financieros por falta de ingresos suficientes para abrir una cuenta bancaria, y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), reveló que el 92.7% de ellas no ha tomado ningún curso financiero.
Y es que vale la pena mencionar que actualmente, el producto financiero con mayor penetración entre las mujeres son las tarjetas de nómina, con el 42%, no obstante, en temas como el ahorro, solo un 36% de ellas tiene una cuenta, al tiempo que solo el 0.7% participan en fondos de inversión.
En ese sentido, Fernando González, CEO de Coru -plataforma de coaching financiero-, dijo que es necesario que las instituciones del sector público y privado realicen “más acciones en conjunto que contribuyan a cerrar la brecha de género en el acceso y uso de servicios y tecnología financiera.
Una encuesta de Coru realizada en 2020, expuso que el 87% de los mexicanos siente que sus finanzas personales son una fuente de ansiedad y estrés, sin embargo, González reconoció que las mujeres tienen un mejor control de sus finanzas; por ejemplo, de las más de 2.5 millones de personas registradas en la plataforma, solo el 32.6% son mujeres, sin embargo, son ellas quienes mantienen una mejor calificación en el Buró de Crédito, con tres puntos arriba por encima que los hombres.
El experto puntualizó en que la tecnología financiera es un área de oportunidad que debe aprovecharse para abonar a la inclusión financiera que permita cerrar las brechas de género en materia del acceso a los servicios financieros, ya que a través de algoritmos de inteligencia artificial, se dan soluciones a las necesidades y las situaciones de cada usuario o usuaria.
