Pese a que los estímulos gubernamentales son vitales para proteger los ingresos, preservar los empleos y mantener a flote a las empresas, la carga de deuda seguiría creciendo
El Reporte de Riesgos Globales 2022 de Zurich identificó que las “crisis de deuda” (entendidas como las finanzas corporativas y/o públicas desbordadas por la acumulación de deuda en las grandes economías, que resultan en quiebras masivas, impagos, insolvencia, crisis de liquidez o de deuda soberana), se convertirían en una amenaza inminente para el mundo durante los próximos dos años y alcanzarían su punto más crítico dentro de tres a cinco años.
La edición anterior del reporte ya había advertido sobre los riesgos económicos emergentes como la deuda, la inflación, las interrupciones en las cadenas de suministro, el aumento en los precios de las materias primas y las brechas en el mercado laboral; los cuales, hoy son amenazas claras.
En este sentido, la firma destacó que el COVID-19 ha obstaculizado la capacidad de los países de tener una recuperación global sostenida; de hecho, al momento de redactar este reporte, se proyectó que la economía mundial sería 2.3% menor para 2024 de lo que habría sido sin la pandemia.
“El sobreendeudamiento también dificultó a los países hacer frente a los impactos económicos de esta crisis y la deuda soberana se disparó a su vez debido a la pandemia. La deuda pública a nivel mundial aumentó en 13 puntos porcentuales, a 97% del PIB, en 2020”, destacó.
Asimismo, los expertos señalaron que, pese a que los estímulos gubernamentales son vitales para proteger los ingresos, preservar los empleos y mantener a flote a las empresas, la carga de deuda seguiría creciendo y los presupuestos públicos continuarían estirándose después de la pandemia, incluso cuando fueran necesarios para financiar transiciones verdes y socialmente responsables.
