En junio de 2022 la inflación incrementó 11.85% en mercancías de Alimentos y bebidas y 14.39% en productos como frutas y verduras, por lo que el precio de los productos de la canasta de consumo fueron mayores para los hogares de menores ingresos, respecto a los de altos ingresos, indicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
De acuerdo con el Instituto, entre junio de 2021 y de 2022, mientras la inflación en los precios de la canasta de consumo fue de 7.92% para los hogares de mayores ingresos, que perciben en promedio más de 50 mil pesos al mes, los hogares de ingresos medios sufrieron de 9.02%, y en el caso de los ingresos bajos, que tienen recursos de alrededor de 3 mil pesos al mes, el aumento fue de 9.78%.
Este impacto se debe a la composición de las canastas de consumo, pues dependiendo el nivel de ingresos, los hogares distribuyen sus recursos, por ejemplo, mientras un hogar con menos recursos destina 50% de su gasto al rubro de alimentos, bebidas y tabaco, los hogares del decil 5 le dedican 43%, y en el decil 10, solo 28%.
Los cinco rubros con mayor aumento de precios fueron alimenticios como tubérculos (49.30%), aceites y grasas (32.18%), huevo (23.96%), frutas (20.52%) y cereales (15.07%), sin embargo, el gasto dedicado por hogares del decil 1 es mayor que los deciles 5 y 10.
Por ejemplo, sobre los cereales, mientras los hogares de bajos ingresos destinan $1 de cada $10 de gasto, los de altos ingresos destinan solo $0.3 de cada $10, y en el huevo, el decil 1 dedica $2.6 de cada $10, mientras el decil 5 dedica $1.6 y el decil 10, $0.5.
No obstante, la inflación en algunos rubros como las comunicaciones y educación vareó, pues las familias de bajos ingresos dedican 3.6% de su gasto, mientras los hogares de ingreso 5.7% y los de ingreso alto 5.5%.
En cuanto a los artículos y servicios de educación hubo un incremento de 3.32% anual y mientras los hogares de altos recursos dedican casi 10% de su gasto a ese rubro, los de recursos bajos y medios registraron un 2.4% y 3.8% respectivamente.
El IMCO enfatizó en que el fortalecimiento de la competencia económica, el respeto a la autonomía del Banco de México, el apoyo a poblaciones vulnerables, y el impulso a la oferta de bienes mediante la atracción de inversión y adopción de nuevas tecnologías pueden asegurar estabilidad en los precios y el poder adquisitivo de la población.
