La pandemia, especialmente en los primeros años, con las medidas de confinamiento, transformó completamente la manera en la consumiamos. En ese sentido, las formas de pago se diversificaron; en México, por ejemplo, creció en 12% la adopción de pagos digitales.
Asimismo, para 2021 había alrededor de 1.5 millones de puntos de venta, con lo que el 94% de los municipios de nuestro país cuentan con al menos un negocio que acepta métodos de pago adicionales al efectivo.
Para ello, las fintech se convirtieron en una especie de ejemplo de una manera innovadora de hacer negocios y de acercarse a los usuarios sin tener contacto con ellos, incluso para la banca tradicional.
Destacando, la manera en la que se relaciona con el cliente final, que debe ser el centro de las operaciones.
El director de transformación TI, sistemas y operaciones de Bancoppel, Juan Manuel Fernández, destacó que las instituciones financieras tradiciones vieron los beneficios de haber trabajado en la digitalización, al no tener que interrumpir sus operaciones en tiempos de confinamiento.
"En la medida que la banca se adapte a estos cambios tecnológicos, en disminuir las fricciones y mejorar la experiencia con el cliente y el usuario final, habrá un potencial enorme" subrayó.
No obstante, consideró que es indispensable que la regulación también avance para poder adoptar desde la legalidad las nuevas tendencias.
Al respecto, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, refirió que el contexto propició la creación de modelos distintivos como pagos digitales, entidades digitales, pagos electrónicos IFPE, financiamiento colectivo, apps de nicho, gateway de pago y billeteras de circuito cerrado, que abrieron el panorama de las áreas de oportunidad de regulación respecto al sistema financiero.
Además anunció que desde 2020 trabaja en regulaciones específicas enfocadas en la digitalización.