Crecimiento económico en México, ¿imposible?

La inversión en el país tendría que equivaler por lo menos a 25% del PIB

.
 .  (Foto: iStock)

Aunque la estimación oportuna del INEGI arrojó un crecimiento del PIB entre el primer y segundo trimestre de 2022 de 1% y 1.9% anual, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) aseguró que la economía mexicana no está en “un proceso de franca recuperación”, por lo que es posible al final del año que la economía crezca alrededor de apenas un 2%.

El Centro de Estudios explicó que en lo que va del sexenio, el nivel de la actividad económica aún no recupera lo perdido y la debilidad de la inversión ha hecho que las expectativas impidan avances significativos subsecuentes en lo que resta del año y limiten el crecimiento.

A esto hay que añadir que el indicador global de la actividad económica (IGAE) de mayo registró una disminución mensual de 0.2% por la caída de 0.3% en las actividades terciarias, que neutralizó el efecto positivo de los aumentos de 0.1% en las actividades secundarias y 2.2% en las primarias, lo que significa un crecimiento de 1.3% en IGAE, inferior en 0.4% respecto a su nivel prepandemia.

Por otro lado, el CEESP señaló que la presión inflacionaria es otro factor que está afectando el crecimiento económico del país y probablemente continúe hasta 2024, pues el Banco de México (Banxico) estima que la inflación converja a la meta de 3.0% en el primer trimestre de ese año, “añadiendo al desánimo de la inversión, y afecta negativamente al consumo de los hogares”.

Crecimiento en México

De acuerdo con el CEESP, para crecer por arriba del 4% la inversión en el país tendría que equivaler por lo menos a 25% del PIB, no obstante, la inversión total está lejos y alcanza apenas un 18.1%, además, los aumentos en la tasa de referencia del banco central podrían superar el 10%, lo que impediría la recuperación de la economía.

Y aunque el PIB no registrara aumentos significativos, el no obtener disminuciones ayudaría a que la economía crezca alrededor de 2% en el año, cifra moderadamente superior a la expresada por los analistas económicos (1.77%) y cercana a la estimación vigente del gobierno (3.4%), no obstante, el CEESP señaló que se trata de algo “prácticamente imposible”.

Ya que al no haber cambios en la actitud oficial ante la inversión privada y la apertura económica, su falta de interés en la inversión pública rentable socialmente y en la regulación eficiente que facilite la actividad económica, las posibilidades de un mejor desempeño de la economía en beneficio de todos se reducen y continuarán en esa tendencia.